Frontiers Music srl

Tracklist:
City of Heroes
Walk on Water
Rising Up
Salvation
Lights Out
Breaking Neptune
Ocean of Tears
Open Your Eyes
Last Goodbye
After The Night Is Over
Run With a Dream
Right Now.
Bonus DVD
City of Heroes (videoclip)
Walk on Water (videoclip)
Documentary “Making of the Album”

"City of Heroes" (2015) es el segundo disco fruto de la colaboración entre Amanda Somerville y Michael Kiske.

El señor Kiske por supuesto no necesita carta alguna de presentación, habiendo sido el vocalista de Helloween en los dos "Keepers", clásicos cuyas potentes melodías vocales influenciaron a más de una generación de cantantes powermetaleros.

Por su parte, la Somerville no es tan famosa ni influyente como Kiske, pero ha trabajado como cantante de gira en Avantasia, además de haber sido coach vocal de las cantantes de Epica y de After Forever. También ha participado como corista en un sinnúmero de discos de power metal (Angra, Kamelot, Matos, Shaman, Edguy, Luca Turilli…), lo cual la hace poseer un currículo verdaderamente impresionante.

Como dije al inicio, no es la primera vez que colaboran estos dos profesionales del canto. Ambos trabajaron a dúo sobre una obra homónima que data del 2010. Aquella vez, si bien se trató de un álbum de excelente factura, la orientación decididamente AOR del material y los arreglos bastante planos me hicieron olvidarlo rápidamente. Cinco años más tarde, ¿ha habido una evolución notable en lo que el par desea ofrecernos? Veamos:

Abre la entrega con "City of Heroes", tema que le da título al disco. Bastante energía, buena canción, pero de entrada se siente que el sonido edulcorado del AOR va a primar y eso ya me pone en guardia. Me trae recuerdos del disco del 2010.

Llega entonces la segunda pieza, "Walk On Water", probablemente la mejor de este álbum; y aunque es una canción suave, se trata de una composición de calidad que recuerda bastante a Avantasia, con una melodía pegajosa y memorable, excelente dinámica y un arreglo eficaz dentro del AOR. Mis esperanzas comienzan a subir. Ya acepté que Kiske reniega en general del metal y que hoy en día opta por un canto más discreto, incluso en Unisonic. Pero si él es feliz así, que así sea, ¿no? De todos modos la música, para ser buena, no tiene que ser necesariamente fuerte.

Llego de esta manera a "Rising Up", asumiendo el estilo actual más "maduro" de Kiske, que se hace complementar muy bien por una capaz Somerville sobre todo en los estribillos de este tema. Sin embargo, a pesar de mis esfuerzos por mantener la atención y la mente abierta, empiezo a perder interés en la medida que el tema avanza. ¿Qué estará sucediendo?

Y sigue el disco andando y y sigue mi interés mermando. Continúo preguntándome ¿qué será lo que no funciona? Y termino por darme cuenta de lo que está fallando: Hubiese sido interesante un cambio de tonalidad de vez en cuando, un interludio o un efecto aquí y allá para mantener interesado al oyente, además de coros con segundas y terceras voces, en lugar de cantar los dos exactamente la misma melodía casi todo el tiempo. ¡Esta música es demasiado plana para mi gusto!

También el sonido se mantiene en extremo similar entre pista y pista. Hasta la guitarra líder llega a cansarme. Tocada aquí por Magnus Karlsson de Primal Fear, exhibe recursos y técnicas excelentes; pero el abuso del vibrato amplio a la John Sykes, las escalas menores, la reverberación demasiado húmeda  y los dejos constantes de Malmsteen terminan igualmente por aburrirme.

Al finalizar el disco, me quedo percibiéndolo como una sucesión de temas unos más sosos que los otros, con definitivamente buena ejecución y buen sonido y hasta cierto potencial, pero con arreglos que lo dejan a uno esperando algo más, cada vez. Y deseo mencionar que después de la primera escucha me forcé a escucharlo un par de veces más, pero mi opinión no ha cambiado, tristemente.

Es así como debo concluir que por segunda vez el dúo nos ha entregado una obra insípida, olvidable, con buena producción sonora, pero irremediablemente genérica desde el punto de vista artístico. A evitar entonces, a menos que seas un completista de Kiske, un fanático irremediable del AOR producido en serie o un adorador incondicional de la Somerville.