Tracklist:
CD1
1.- Hardwired
2.- Atlas, Rise!
3.- Now That We´re Dead
4.- Moth Into flame
5.- Dream No More
6.- Halo On fire
CD2
1.- Confusion
2.- ManUNkind
3.- Here Comes Revenge
4.- Am I Savage?
5.- Murder One
6.- Spit Out The Bone
CD3
01. Lords of Summer (2016 Version)
02. Ronnie Rising Medley (Rainbow Cover)
03. When a Blind Man Cries (Deep Purple Cover)
04. Remember Tomorrow (Iron Maiden Cover)
05. Helpless (Live at Rasputin Music)
06. Hit the Lights (Live at Rasputin Music)
07. The Four Horsemen (Live at Rasputin Music)
08. Ride the Lightning (Live at Rasputin Music)
09. Fade to Black (Live at Rasputin Music)
10. Jump in the Fire (Live at Rasputin Music)
11. For Whom the Bell Tolls (Live at Rasputin Music)
12. Creeping Death (Live at Rasputin Music)
13. Metal Militia (Live at Rasputin Music)
14. Hardwired (Live in Minneapolis)
Después de una tensa espera por sus fans, ocho años ni más ni menos, y una continuada dilatación en los plazos de lanzamiento, finalmente se anunciaba para el día 18 de Noviembre la salida de su nueva creación “Hardwired…To Self-Destruct”, coincidiendo como me comentaba un colega fanático, con el cumpleaños de su guitarrista Kirk Hammet y miembro paradójicamente de cuya labor en este nuevo trabajo más se ha echado en falta.
La idea de un triple lanzamiento por parte de los de San Francisco, me ponía los pelos de punta de inicio y es que con ellos nunca se sabe bien que esperar. Su legado es incuestionable y su aportación tanto al thrash metal como al heavy metal es incontestable, pero no quita que son quince años esperando una obra del tamaño del “Black” o predecesores. Esperas, que de momento han servido para afianzar dicho disco y resolver cualquiera de las dudas que infundió en su momento. Qué ironía hoy día, para semejante álbum.
Metiéndonos en harina, y con el avance que nos ofrecieron, rápidamente percibimos una mejora con trabajos pretéritos, un sonido mucho más pulido en estudio, una batería que sonaba contundente una vez más y una estructura en los temas que ponía de manifiesto la posibilidad de disfrutar de buenos riffs conjugados con partes rítmicas atractivas.
El redoble de caja en “Hardwired” rezumando estilo “Holier than Thou” pero mucho más almibarado y cristalino, transmitía esa sensación de antaño y el ímpetu de James Hetfield desprendía bastante energía aunque el desarrollo del tema iba perdiendo fuelle y no terminaba de convencernos al cien por cien. Daba la sensación de faltar algún juego de guitarras o melodías bien entrelazado a mitad de tema. Contenido que supimos que no pudo aportar Kirk Hammet como anticipábamos, al no haber contribuido apenas en este nuevo disco. “Atlas Rise” rememora el estilo que practicaban en creaciones tan magníficas como “Master of Puppets” y cuyos destellos o guiños a esa época son evidentes y dan la sensación de estar combinados con el estilo más moderno, en el que se solían mover recientemente. Las constantes influencias a clásicos británicos son evidentes, Iron Maiden, Black Sabbath, Diamond Head entre otros, dejando bastante bien claro de que pie cojean. Recuperan los aires más modernos que se gastan, de mano de “Now That We’re Dead”, sin aportar demasiado pero alejándose del tostón que eran algunas de las piezas que sacaron esa época y practicando un heavy metal bastante suavizado y facilón de digerir. “Moth into Flame” es el tercer adelanto de la banda y para los más agrestes, el último corte decente del plástico. Sin llegar a tal extremo, si percibimos diferencia y creemos discernir una buena dosis de estrategia con tal presentación. Con una línea rítmica trabajada y una pequeña falta de elaboración de guitarra muy echada en falta, se levanta un corte, que rápidamente ha recordado a “The Struggle Within” por sus similitudes. Las dos piezas que completan la primer parte, vuelven a recuperar el estilo que comenzaron a desarrollar en la época del Load y Reload, especialmente “A Dream No More”. “Halo on Fire” muestra a un James Hetfield algo más alejado de su línea habitual de voz.
El comienzo de la segunda parte, corrobora nuestros temores. El pinchazo sería notorio en el nivel y haría grande la máxima de que lo “Bueno si breve, dos veces bueno”. Continuamos con la tesitura de temas extensos, muchas veces forzándolo demasiado y confluyendo influencias de distintas épocas y bandas, incluidas las evolutivas suyas. Bajo el rebufo de Diamond Head nace “Confusion”, un tema que se termina haciendo algo cansino para un servidor. “ManUNkind” saca a relucir su lado Black Sabbath en un corte denso y oscuro, con cambios y fases. Por un instante, sentiríamos regresar a la época del And Justice for All de mano de “Here Comes Revenge” cimentada sobre la base que engendraron con “Harvester of Sorrow”. Erigiéndose de paso como una de las destacadas de la segunda parte. Prosiguen con “Am I Savage” uno de los temas, llamados a ser descartes y en el que no merece la pena detenerse. Reparan levemente los daños con “Murder One” fusilando su gran pieza “Fade To Black” y demostrando tener un potencial intrínseco que no han terminado de lustrar. El remate final en la onda “Kill Em’ All” se acerca a un digno broche como el que merece, una banda de semejante historial. “Spit Out The Bone” imprime una buena lección de Thrash Metal al más puro estilo “Whisplash” de su época más radiante y que tanto sigue siendo demandada por sus incondicionales más longevos y ortodoxos de los californianos.
Completan el tercer episodio, el descarte de su single “Lords of Summer” del que en su momento ya mencionamos que apuntaba maneras, pero del que sobraba la mitad del tiempo y faltaba trabajo por pulimentar. Unas versiones de varias de sus influencias bastante bien ejecutadas como suele ser marca de la casa, y unos temas en directo que nunca decepcionan a sus seguidores, sirven de bonus para tal ansiada obra.
En resumen, Metallica demuestra que el que tuvo, retuvo pero saca a relucir una falta de conexión a la hora de componer evidente, como la ausencia del trabajo de un hacha del nivel de Kirk Hammet siempre imprescindible y la necesidad de mandar al banquillo temas que no debían haber pasado la criba. Seguramente de haber contribuido el guitarrista, y haber sintetizado todo en un disco, hablaríamos hoy día de algo bien distinto. Sin embargo, es inevitable resaltar que han dado un paso adelante, y bien merece la pena guardarle un sitio en la estantería.