Steamhammer/SPV
Tracklist:
01. Black Skies, Red Flag (4:44)
02. Warmongers (4:29)
03. Stick To Your Guns (5:08)
04. Rapid Foray (4:47)
05. By The Blood In Your Heart (5:27)
06. The Depth Of The Sea - Nautilus (instrumental) (3:53)
07. Black Bart (5:06)
08. Hellestrified (4:22)
09. Blood Moon Rising (4:20)
10. Into The West (4:34)
11. Last Of The Mohicans (11:11)
De nuevo nos montamos con los bucaneros de Rock’n’Rolf en el barco pirata de los Running Wild, loro al hombro, la botella de ron, la pata de palo y los cañones escupiendo fuego a babor y estribor. Han pasado tres años desde el correcto “Resilient” y el nuevo retoño del alemán (que sale al mercado el 26 de este mes, vía SPV), ha tardado un poco mas debido a su rotura del hombro, lo que pospuso la grabación. También Rolf aclara que preparar su concierto del Wacken les llevó tiempo.
En una entrevista reciente, el músico adelanta que es un disco fortísimo y que está más elaborado que los anteriores. Tras escucharlo varias veces no me ha parecido para tanto, más bien lo contrario, es demasiado típico e innova poco este nuevo pirata engendrado.
La portada es bonita, con ese reloj de arena, la pistola, el sable y el sombrero pirata, el contenido no sorprende mucho, tal vez nuestro colega piensa que si algo funciona bien para qué cambiarlo, el problema es que nos está presentando el mismo CD ya varias décadas y esto puede llegar a cansar. En los once cortes de "Rapid Foray" tenemos los mismos clichés de siempre, riffs parecidos entre sí, líneas vocales ya escuchadas, estribillos con los coros de toda la vida más usados que los calzones de Barba Roja, eso sí, todo hecho con oficio y es que llevar desde 1984 en la palestra, es lo que tiene.
Lejos quedan discos tan poderosos e impactantes como "Under Jolly Roger”, “Black hand inn” o el maravilloso para este servidor “Death or glory”. Las buenas ideas se han ido agotando y repitiendo los esquemas compositivos, no te desagrada escuchar el disco, ¡pero coño, es que el deja-vu es constante en la escucha!
Algunos riffs son demasiado simplones, como en la rápida Warmongers, que mete el doble bombo de toda la vida (a todo esto, la batería salvo que alguien me rectifique es programada, cosa que no me mola nada). Los woo oh oh tan sobados aparecen en el tema título (más hard rockero y medio tiempo), quedando algo moñas. En By the blood in your hands encontramos unas gaitas que dan algo de variedad al asunto, junto con esos coros épicos y de toque melódico en el estribillo, muy rollo Braveheart.
La instrumental The depth of the sea trae algo de acústicas al comienzo para luego apretar el ritmo y dejarnos algunos guitarrazos destacados, el cierre, con el mismo motivo que el principio, con las acústicas.
Rolf no ha perdido el pulso en los solos, encontramos unos cuantos de calidad, con sentido de la melodía y buena ejecución. Lo mejor tal vez esté en Black Bart y en la sección intermedia de la pista final, la más extensa, con once minutos, Last of the mohicans, que sinceramente se me hace muy larga y repite demasiado el riff principal. De voz se conserva bastante bien, aunque no podemos decir que es un vocalista increíble, pero cumplidor, sí.
Varias canciones se escuchan con agrado pero sin aportar nada nuevo, sabes lo que viene, aprueba, pero se puede exigir más a Rolf o tal vez se le secó la planta de la creatividad, no lo sé. Me refiero a los tracks del ocho al diez, los arreglos son los de siempre, las líneas vocales similares entre sí o ya catadas con anterioridad en Running Wild.
No es un mal disco, pero es repetitivo y no deja un poso grande, quedando muy lejos de sus grandes trabajos. Tal vez en otra ocasión querido pirata.
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