Track listing:
01. Crucified
02. The Disease, The Decline, The Wasted Time
03. Underneath My Gun
04. Live Again
05. Laid To Waste In The Shit Of Man
06. Oath
07. Spit
08. Picture Perfect
09. Fake Leather Jacket
10. For This I Sacrifice
Exactamente hace una década, la banda de metalcore/alt metal de Orange County, Eighteen Visions anunciaba el final de una carrera que produjo cinco álbumes de estudio. Ahora, aquí están, reunidos y armados con su álbum de regreso, 'XVIII'.
Cuando Eighteen Visions lanzó "Oath", la primera canción de este nuevo álbum las cosas quedaron meridianamente claras, luego vendrían otros temas y escuchando el disco es su totalidad os digo que sí, que han vuelto por sus fueros, vaya discazo se han sacado. "XVIII", es un álbum en que la banda se muestra re-energizada, es como un grito de guerra. Yo diría que es un LP ampuloso, denso y sobre todo diverso. No defraudada a ningún fan del combo californiano.
Como decía las canciones son bien diversas y de cierto modo marcan un regreso al sonido de los primeros álbumes del combo, en particular del segundo disco 'Until' the Ink Runs Out' del año 2000. Pero se puede afirmar que este es el álbum más completo que engloba la cruda alquimia de cada uno de los discos de Eighteen Visions. La fuerza implacable y la ambición desvergonzada que alimentó cada encarnación estilística de esta banda siempre en evolución y nunca aburrida: finalmente se realiza plenamente en el sonido de 'XVIII'.
Una obra en la que se alterna el trabajo disonante, con unas guitarra abrasivas, un bajo rotundo y una percusión aplastante. Como siempre destacan los cambios de tempo que la banda maneja con maestría, mientras que James Hart rasga su garganta, gritando cada una de las frases.
El tema de apertura "Crucified" es de sólo dos minutos de duración, pero establece el tono para lo que se nos viene encima, una gigantesca avalancha metálica con James Hart triturarandose la garganta. La consistencia continúa en los siguientes números. Aunque como decíamos antes la banda intenta acercarse a sus primeros trabajos, no logran separarse del todo de los clichés rockeros más orientados a la radio de su material de mediados de los años 2000, estas inclinaciones las destilan principalmente en los coros. En esos momentos están más cerca de Velvet Revolver o Buckcherry que del hardcore.
Entre los muchos puntos álgidos del disco, esta "Live Again", Un homenaje al bajista Mick Morris, que murió en 2013; "Picture Perfect", un ataque súper pesado y repulsivo a la falsedad y los lobos vestidos de ovejas, goteando con una melodía amenazante; y "Fake Leather Jacket", un cóctel molotov lanzado a la industria de la música, una pista amenazante y firme. No quiero dejar de mencionar "Spit" y "Underneath My Gun", dos cortes trituradores.
El álbum fue hecho en casa, es decir en Orange County, con el productor y multi-instrumentista británico Mick Kenney (de Anaal Nathrakh) en el timón. Su estrecha relación con los chicos de la banda (el vocalista James Hart, el guitarrista Keith Barney y el baterista Trevor Friedrich) se prestó a la grabación más completa de su discografía, haciendo hincapié en todas las fuerzas del arsenal único de Eighteen Visions.
En resumen, son diez canciones apasionadas, llenas de rabia y sobretodo atemporales, que marcan el regreso triunfal de una de las bandas más influyentes e icónicas de la escena. Ciertamente no han perdido su chispa.
http://eighteenvisions.merchnow.com/