BMG
Escuché por vez primera a Ronnie James Dio cuando ya había cumplido los 18 años y la fecha no puedo precisarla con exactitud. Fue en algún momento de 1983 cuando tuve una copia del disco ‘Mob Rules’, que Black Sabbath había grabado en 1981 y que inmediatamente me sedujo. Comenzaba yo a tener música grabada en cassettes y éste sería uno de los que más escucharía hasta bien entrada la década, en tanto ya había tenido acceso a una copia en vinilo de ‘Heaven And Hell’ (Black Sabbath, 1980), propiedad de unos buenos amigos y comenzábamos a buscar cuanta grabación apareciera de aquel vocalista impresionante que también había pasado por RAINBOW, según supimos leyendo aquellas revistas extranjeras que pasaban de mano en mano…
‘Holy Diver’, ‘The Last In Line’ y ‘Sacred Heart’ (fundamentalmente los dos primeros), todos acreditados a DIO (su propia banda, como sabéis), se encargarían de facilitar nuestra adicción a su música, también presente en emisoras rock de la FM norteamericana y en cuanta fiesta-friki hubiera en aquella explosión rockera que vivimos en los ’80. Pero para ser honesto, ya en los ’90 y con la inmersión total que me di en busca de diferentes músicas procedentes de las más diversas geografías, le perdí un poco la pista a DIO. Sus discos no me llegaron tanto como los primeros y esa sensación continuó en mayor o menor grado hasta la década posterior. Ha pasado el tiempo y acercarme precisamente a esta etapa en este momento me resulta muy interesante. ¿Tendré el mismo criterio de antes?
Pues en este 2020 cuando se han cumplido ya diez años de la desaparición física de Ronnie James Dio, BMG + Niji Entertainment Group Inc. presentaron a fines del pasado Febrero las reediciones de los últimos cuatro álbumes de estudio con su banda, material remasterizado por Wyn Davis y con un diseño actualizado a cargo de Marc Sasso, ambos frecuentes colaboradores en trabajos anteriores. Lógicamente, para redondear lo anterior y motivar a fans y coleccionistas convencidos, se añaden cuatro discos de bonus-tracks, con material inédito grabado en directo y algunas rarezas. Pero revisemos primero los discos…
‘Angry Machines’ fue editado en 1996 (acompañado por el guitarra Tracy G, Scott Warren en teclados y una sección rítmica muy competente, Jeff Pilson al bajo y Vinny Appice en drums) y mantengo la misma percepción de estar ante un DIO diferente, musicalmente hablando, aunque ello no demerite la obra artística en sí. Fiel a su pasión por el heavy metal denso y oscuro, predominan aquí esos slow/mid tempos marchosos con clara inspiración doom como en “Institutional Man” y “Stay Out Of My Mind” (para mí de lo mejor grabado aquí, con más de siete minutos y ese interludio a la usanza de un soundtrack con aires de música industrial derivando en una coda muy orquestal), aunque en piezas como “Don’t Tell The Kids” se pise un poco el acelerador. Por su parte, en “Big Sister”, “Double Monday” (muy buena) y “This Is Your Life” (solo voz y piano) se sale de lo preconcebido para explorar atmósferas bien tranquilas y experimentales, en una dirección totalmente anti-comercial, mientras los riffs en sentido general no poseen esos hooks como los de antaño, si no comparen “Black” (musicalmente más sencilla), “Hunter Of The Heart” y “Dying In America”, con todos aquellos clásicos…
‘Magica’ (presentado en 2000), es el disco suyo al cual llegué mucho más tarde y siempre me pregunto por qué… Alabado por la crítica y fans e inmerso en la estética de los concept-albums, es indudablemente un material más para escuchar detenidamente que para desgañitarse apasionadamente en un concierto. Acompañado por un line-up de lujo donde aparecen viejos colegas como el guitarra Craig Goldy, el bajista Jimmy Bain y el batería Simon Wright, encontrarás aquí todos los ingredientes básicos en la obra de Dio, donde la historia contada juega indudablemente un mayor rol reforzada por un entramado sonoro que apela a lo épico, lo oscuro y lo místico, aportando como nunca en su obra una estética prog en la composición que lo eleva a un status musical aún mayor.
‘Killing The Dragon’ (2002) es un viejo conocido que en su momento me devolvió al DIO que conocía de los ‘80s, con esas canciones repletas de hooks que sabes que te van a gustar, si eres un escucha entrenado: “Scream”, “Push”, “Rock And Roll”, “Along Comes A Spider”, puros riffs clásicos directos al corazón, mientras en “Throw Away Children” nos entrega un slow tempo marca de la casa con coro infantil incluido, acompañado aquí igualmente por Jimmy Bain (co-escritor de la mayoría de los temas) y Simon Wright, completado con la adquisición de un guitarrista espectacular como Doug Aldrich (captando a la perfección la esencia de sus primeros discos) y el teclista invitado Scott Warren.
Editado en 2004, ‘Master Of The Moon’ se convirtió finalmente en el último álbum de estudio y marcó el regreso de Craig Goldy (responsable junto a Ronnie de la mayoría de los temas), aquí junto a Wright, Warren y el bajista Jeff Pilson. Es para mí un disco desigual, con temas destacables como “The End Of The World”, la pieza homónima y “The Man Who Would Be King”, junto a otros de menor trascendencia y bastante sencillos en estructura.
Como cité anteriormente, cada álbum viene con otro de pistas adicionales, el primero correspondiente a temas en directo grabados durante 1997 en la ‘Angry Machines’ Tour, el segundo registrando la ‘Magica’ Tour durante 2001, el tercero con grabaciones entre 2002 y 2003 alrededor de la ‘Killing The Dragon’ Tour y el último con tomas en vivo de la ‘Master Of The Moon’ Tour entre 2004 y 2005. Revisando inicialmente sus créditos me llamó la atención que se repetían algunos clásicos (“Holy Diver”, “Heaven And Hell” y “Rainbow In The Dark”). ¿Por qué hacerlo? Escuchándolos comprendí que están tocados no exactamente iguales y en ello influye (indudablemente) la presencia de diferentes guitarristas, lo cual a su vez representa otra opción para el fan comprometido, así que a ponerlos a disposición de todos...
Lo mejor de estas grabaciones en directo, escuchadas también con la perspectiva del tiempo pasado, sigue siendo la impresionante voz que siempre tuvo Ronnie James Dio y su conexión con la gente (escuchar la reacción que provocan sus canciones en la multitud…), más allá de las virtudes técnicas de sus músicos acompañantes de turno. Escuchar además, canciones que también me marcaron mucho y que no son a menudo citadas por su enorme legión de seguidores, como “Straight Through The Heart”, “Stand Up And Shout” y “I Speed At Night”, junto a joyas que aún brillan en la oscuridad como “Don’t Talk To Strangers”, “The Last In Line” y la siempre intensa “We Rock”; y viejos clásicos de toda una vida con esas bandas insignes (“Long Live Rock and Roll”, “Man On The Silver Mountain” y “The Mob Rules”) que te pondrán a punto de ebullición.
Lógicamente, se incluyen además piezas de esa etapa 1996-2004, pero un detalle que aprecio mucho es la publicación de material en directo de 2001 correspondiente a ‘Magica’ en el segundo disco de bonus-tracks, sin intromisiones de otras canciones, lo cual aporta un rasgo distintivo para una obra tan peculiar como ésta. Se incluye también el sencillo “Electra” (ya editado en el año 2010 y como se sabe, único tema terminado del futuro álbum inconcluso ‘Magica II’) y “The Magica Story”, una narración hablada en voz del propio Ronnie, la cual evidentemente llega más a los angloparlantes en sus más de diecinueve minutos de duración…
“Prisoner Of Paradise” cierra el último disco de pistas adicionales y es una toma de estudio de una canción que había salido solo como bonus-track en la edición japonesa de ‘Man Of The Moon’, muy a tono con los temas incluidos en éste y a la postre pura curiosidad dentro de su enorme repertorio grabado, más allá de lo que piensen los fans más furibundos…
Disponibles en los formatos habituales (vinilo, CDs en formato deluxe y empaque mediabook, downloads), estos cuatro álbumes han debutado en varios países con muy buenos niveles de venta (según leo en varios websites), lo cual apunta otro tanto a favor del legado de su música, mucho más ahora en este mundo contemporáneo dominado por los singles y las descargas de Internet.
Influyente además por la naturaleza de sus letras (pletóricas de una estética donde la fantasía, lo épico y las leyendas han estado presentes), su pasado glorioso y hasta por su clásica imagen con los cuernos en su mano, Ronnie James Dio es desde antes de su muerte una referencia de culto para el mundo del rock + metal y eso creo lo saben todos. Seguro estoy que pasarán los años y seguirá estando su música ahí, inspirándonos a seguir adelante…
Manuel Santín Valdés.
MSV Prods.