Fotos: Koldo Orue
Miércoles 9 de Septiembre
Kafe Antzokia, Bilbao
Con el pretexto de un nuevo doble lanzamiento, aparecía en Bilbao una de esas bandas que deja huella por donde pasa. Los suecos Diamond Dogs regresaban en forma íntima de quinteto a reunirse con sus seguidores en el Kafe Antzokia tras el parón forzado que tuvieron que adoptar.
Su nuevo trabajo de estudio “Quitters and Complainers” viene acompañado de otro disco - Live in Bilbao - donde recopilan varios temas grabados en este mismo recinto hace unos años y que les vería de nuevo actuar esta noche, para fortuna de los presentes.
Con quince minutos de retraso sobre la hora, por suerte para un servidor que llegaba tarde y entró justo en la intro, arrancaban Sulo y sus secuaces arremetiendo con el nuevo disco, y su “Stop Barking Up the Wrong Tree” la cual se antoja perfecta para abrir un bolo de estas características. La respuesta de la audiencia fue algo tímida de inicio, pero comenzaría progresivamente a incrementarse a medida que desgranaban un repertorio que servía para repasar varias de sus piezas favoritas y donde hubo muchos guiños de sus influencias personales. Se ofrecieron incluso a improvisar en algún momento de la noche, un tema que demandara la audiencia, detalle a aplaudir sin duda. Entremezclaron por tanto piezas como “Honked!” resultona en directo, “Raised a Holler” o “Pills” con otras de la nueva hornada y que destacaron igualmente como fue el caso de “Silver Star Delight” o “Broken”. Aportando frescura y galones por partes iguales.
La formación en escena suplió las bajas con calidad, además del saber estar de Sulo, destacaron en especial un brillante Lars Karlsson a la guitarra y su inmenso teclista Henrik Widen aportando ese regusto tan esencial de la banda sobre las tablas. Completaban la formación, con su sección rítmica en manos de Morgan Korsmoe y Johannes Nordell.
Se respiró en todo momento esa atmósfera sesentera tan fundamental para degustar los temas que descargan los suecos. La parte final fue especialmente intensa y consiguieron enlazar corte tras corte sin que el público bajara la guardia en ningún momento. Nada mal si tenemos en cuenta de que hablamos de un Miércoles.
Cortes como “Desperate poetry”, “Lay me down on solid grown” o “Sad to say I’m sorry” sirvieron para salir por la puerta grande. Si esto no era suficiente regalaron un par de versiones reinterpretadas con su inigualable estilo “Wild side of life” y “Bring it on home to me”, casi nada.