Jueves 7 de noviembre 2019
Kafe Antzokia, Bilbao.
Que vengan los Truckfighters con su gira a Bilbao, siempre es cosa buena, pero que encima vengan tocando al completo su álbum 'Gravity X', es ya una gozada. Su anterior visita fue hace 2 años a la Santana 27, por el poco público que asistió se pasó a la sala Black, que deslució bastante la presentación del trió sueco. Esta vez venían al Kafe Antzokia de Bilbo en pleno corazón de la ciudad así que estaba servido que sería una velada para recordar.
El núcleo central está formado por el bajista y cantante Ozo (Oskar Cedermalm) el guitarra y voces Dango (Niklas Kälgren) y esta vez les acompañaba el "nuevo" batería, Pezo (Oscar Johansson), salían a escena con una iluminación dominada por las luces rojas y azules. Tomaron posiciones y arrancaron una enérgica e intensa velada en la que Dango no paró ni un instante de moverse, este hombre es una jodida máquina, saltando y mezclándose entre el público, poniendo caretos, despachando solos y riffs a diestra y siniestra.
Para mí 'Garvity X' es uno de los discos más importantes del stoner europeo, fue editado en 2005 y por lo tanto el próximo año cumple 20 años, casi nada. Por lo tanto el set incluyó un total de 13 temas con la particularidad de tocarlo en orden inverso, aunque la final "Altered State" como en el CD sí cerró la velada. Fue una vivencia alucinante, los temas se solapaban sin apenas espacio entre pieza y pieza.
Stoner pesado con volumen guapo que contagió de inmediato al personal, que se dejó llevar por la entrega y energía del combo sueco. Joyitas como: "A. Zapruder", la atómica "Manhattan Project" o "Subfloor" arrollaron a una entregada audiencia, que seguía con la mirada los alocados movimientos de Dango, que como decía antes se bajó unas cuantas veces para aporrear su guitarra desde dentro del público, bajo la atenta mirada sus compañeros. Vaya nivel de entrega, admirable. Si en la anterior se le vio un poco menos activo por las reducidas dimensiones. Esta vez el hombre se dejó un par de kilos por las carreras y saltos que se pegó, sudaba como un condenado y jamás perdió el hilo.
Groove y distorsión en temazos como "Momentum", "Gargarismo" o esa enormidad titulada "Desert Cruiser", que por supuesto fue la más coreada y gozada, ufff. Tras esta se marcharon del escenario, pero nos faltaba una y sabíamos que tendría que caer si o si. Con la insistencia de la gente volvían al escenario para tocar la pieza que faltaba, la tranquila "Altered State", casi nada.
De esta forma cerraban una presentación que duró exactamente 86 minutos, en los que derrocharon riffs, fuzzeo y groove arenoso, para celebrar como merecía un gran álbum como 'Gravity X'. Nos marchamos a casa con una sonrisa de oreja a oreja. Una noche muy intensa en la que subimos al espacio y hasta sobrevolamos el desierto.