Sala Mon, Madrid
Domingo 2 de octubre

Invitados por Lorenzo Sanz de Top Artist Promotion, representantes de Mascot Label Gruop en España, al cual le doy las gracias por su amabilidad y gentileza, nos dirigimos a la Sala Mon. Un amigo aun no sabía del cambio y cuando le avisé estaba aparcando cerca de La Riviera, así que tuvimos que esperarlo. El portero nos comentó que el concierto comenzaba a las nueve, y cuando esperábamos a The Georgia Thunderbolts, resultó que no, que nos habíamos perdido a los teloneros. ¡Una pena!

Puntualmente arrancaron Black Stone Cherry, quienes acaban de sacar su disco en directo, 'Live at Royal Albert Hall Y’all!' y con algunos ligeros cambios, el concierto de esta noche siguió el mismo camino que lo que te puedes encontrar en el disco.  Teniendo en cuenta la cantidad de público, preferimos no intentar llegar al foso, si es que hubo alguno. Las fotos de presentación son de la página de Facebook de la banda y hemos respetado el logo del fotógrafo, que se aprecia ha sido contratado por la banda, ya que las fotos de otros conciertos también las han hecho los mismos, incluso tomas desde el propio escenario.

El público llenaba la sala y además venía con ganas de darlo todo. La banda lo captó desde el primer momento. Ellos también estaban ahí para darlo todo y el público lo sintió. Los músicos entraron al escenario saludando y Chris Robertson abrió a capella con los primeros versos de “Me and Mary Jane”, y cuando entraron las guitarras fue como si un rayo atravesara la sala, cargando de electricidad a los asistentes. ¡Tremenda entrada! El guitarrista Ben Wells tiene una energía imposible de imitar, ¡qué manera de moverse! No había pasado un minuto y ya el sudor humedecía su cuerpo. Ya él solo era la fiesta, pero los demás se sumaron de inmediato. Continuaron con “Burnin´” y a partir de aquí la entrega fue mutua hasta el final.

Confieso que no fue hasta unas horas antes de irme al concierto que me enteré que el bajista John Lawhon ya no estaba en la banda en la que militó por veinte años, pero tengo igualmente que aceptar que Steve Jewell Jr es un gran sustituto, con una presencia casi heavy metalera y muy empastado con el resto. Aparte es el caso del batería John Fred Young, quien mantiene el ritmo de manera espectacular y con una pegada de mulo. Ni siquiera el solo de batería aburrió, a pesar de que notamos de manera clara cuando cambiaba el tipo de ejercicio. ¡No le vayas a prestar tu batería jamás, que te la devolverá lista para cambiar los parches!

En directo, las percusiones de Jeffrey Boggs, al menos desde donde me encontraba no sonaron con mucha claridad, pero aun así el veterano de la banda se hizo sentir con sus momentos de ritmo latino, tal y como lo entiende un yankee. “Ringing in my Head” fue una de las piezas que cambiaron de posición con relación al disco, pero sabíamos que no nos íbamos a quedar sin escuchar el “People, people, your attention please”.  Si no te habías dado cuenta, este concierto te demostraría que la banda trabaja muy bien los riffs de guitarra, los estribillos, las entradas…todo. Todo está hecho para que el directo fluya con una aparente sencillez que no es tal si nos vamos a los detalles, como ocurrió con “In My Blood”.

Era la primera vez que los veía en directo, y me sorprendió ver la popularidad y alegría que le trasmitió al público el “Blame it on the Boom Boom”, a la que siguió “Lonely Train”. También me sorprendió que el público entendiera los breves parlamentos de Robertson, aunque a lo mejor no entendieron nada y solo gritaban con entusiasmo.

No hubo un momento de descanso hasta la canción de cierre, “Peace is Free” que cantaron de manera alternada Chris Robertson y el vocalista de The Georgia Thunderbolts, T.J. Lyle.  A la salida nos encontramos con el excelente músico y persona, Javier Barrado, quien nos comentó que el sonido estaba malo, pero como nosotros estábamos atrás, aquello se escuchaba como si fuera el Blu-Ray (exagero un poco, pero no mucho).

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