Sala Rockville. Viernes 7 de junio
Javier Vargas es un extraordinario guitarrista que ha tenido el buen juicio de hacerse de colaboradores que, aunque no están considerados entre mejores del mundo, son, sin embargo, bastante distinguidos y nada tienen que enviar a los grandes nombres en marquesinas, como se demostró en el concierto de la gira de 2024, “Blues Magic Tour” en apoyo del lanzamiento a finales del pasado años del álbum “Blues Magic Live”. Un concierto al que asistimos por cortesía de Etin Produccions.
La Vargas Blues Band tiene una discografía bastante grande y mucho material para elegir. De los diez temas que compusieron el disco en directo, interpretaron nueve, variando el orden con respecto al disco y dejando a un lado el clásico de los 60 “Popotitos”, que en el directo fue interpretado por Miguel Ríos y por ello no les pertenece en absoluto.
Con pocas florituras, subieron al escenario Javier Vargas a la guitarra, Luis Mayol al bajo, Peter Kuntz a la batería y Bobby Alexander al micrófono. La consecuencia fue una interacción entre el blues blanco tocado por Javier Vargas y esa influencia que Bobby Alexander trae desde el corazón de África para hacer del blues negro el sonido más primitivo y original que jamás se haya tocado con electricidad.
El evento tuvo una apertura dramática con “Manish Boy” y los geniales solos llenos de clichés de la guitarra de mediados de siglo pasado de Javier Vargas. No hubo cambios de equipo; Javier hizo toda la actuación con su vieja y querida Fender Stratocaster.
Con el paso de los años, canciones como “Black Cat Boogie” y “Texas Tango” suenan de manera ligeramente diferente cada vez. La banda no se preocupó por sonar limpia esta noche; su sonido fue más crudo y distorsionado. La estrella del espectáculo fue Bobby Alexander, cantando un asombroso “Big Boss Man” y un impresionante “Hard Time Blues” que hizo que más de una persona en el público se encandilara. Luis Mayol y Peter Kuntz también tuvieron su oportunidad ante los micrófonos.
“Troubled Mind” sonó igualmente intensa, y “Man on the Run” incluyó unos momentos mágicos de improvisación que envolvieron el alma de los allí presentes, provocando aplausos mucho más intensos.
Dudo que alguien en el público fuera menor de 30 años; se apreciaba en la audiencia a conocedores del blues que lo deben haber estado escuchando e investigando en el género durante décadas. La banda apenas dejaba espacio entre las melodías para presentar algunas de las pistas, a cargo de Javier, como “Why you Left me?, que fue ovacionada. Los músicos no necesitaron pedir aplausos, palmas, o aliento.
El sonido fue sencillamente perfecto durante toda la actuación, y hay que decir que tanto la sala como el propio grupo se merecen mucho mérito por demostrar que no se necesitan fuegos artificiales, atrezzo o trucos para lograr interacción con la audiencia.
El resto de las veinte canciones interpretadas por la Vargas Blues Band sonaron genial, incluyendo los temas “Man on the Room” y “Moonlight Blues”. Javier Vargas es lo bastante virtuoso, para disparar solos continuos que de alguna manera suenan únicos y especiales en cada momento, en cada segundo.
Ya cerca del cierre, Javier Vargas anunció unas piezas en español interpretadas magistralmente por Luis Mayol: “Blues Local”, y “El Tren 16”, con el que la banda dio por terminada la actuación. Vibrante sonido, intenso concierto que nos dejó listos para continuar de marcha.