Todas las fotos hechas por Tom Hagen y por cortesía de Last Tour International excepto las de Iron Maiden
Después de dos años estando en Madrid y celebrándose un festival tan importante no me lo iba a perder una vez más. Pos si fuera poco volvían Iron Maiden, banda que nunca había podido ver en directo y aunque hace años que sus discos tienen canciones que considero hasta un poco aburridas, pensé que tal vez sería la última oportunidad de verlos.
El acceso al festival fue relativamente fácil. El metro estaba lleno de personas de todas las edades con sus uniformes metaleros. En la puerta me encontré a dos chicas muy bellas repartiendo la promoción del Resurrection Fest y un poco más adelante a Marcos Rubio distribuyendo las promociones del Leyendas del Rock y Aupa Lumbreiras.
Last Tour International es la empresa que organiza el Sonisphere. Me llama la atención como a través de los años siempre se habla de los festivales y las bandas y nunca de los organizadores que son los que los establecen y traen a los grupos. Sin ellos no hubiera bandas que vinieran pues ellos no vienen solos sino que alguien los trae, se compromete a pagarlos y se moja el culo intentando sacar dinero. Porque también debe quedarles claro que estos eventos no son benéficos y por mucho amor que uno le tenga al rock también hay que comer.
Así que LTI organizó el Sonisphere como otros años. Anteriormente habían sido dos días de conciertos, ahora solo uno. Posiblemente la economía haya sido una causa de peso, e intentaron además traer en el cartel grupos de poder. Grupos que todos quieren ver más de una vez. Sobre esto tengo una mala idea y es la de que apuestan poco por lo novedoso y bueno, pero al menos apuestan. También hay mucho ganado que solo irá si hay grupos de los dos o tres que conocen. De ahí que bandas como Iron Maiden repitan tanto.
Entré al recinto justo antes de comenzar Jason Newsted. Si te gusta Metallica, seguro te gustará Jason Newsted cuyas composiciones tienen mucho parecido a algunos de los temas de discos como Death Magnetic o el álbum negro, aunque no hay nada en su banda de Load o Reload. Jason al bajo y voz defendió muy bien. Entre los temas interpretados estuvieron, "Long Time Dead", "Soldierhead", "King Of The Underdogs" y un cover de “Whiplash” aunque ya antes había hecho algunos amagos a su antigua banda con breves fragmentos de “Creeping Death” y “Die by my Hand” . Si él me leyera seguro que le diría que olvide esos amagos a Metallica en cuanto canciones que ni compuso ni grabó y que siga valientemente hacia adelante con su proyecto al cual le deseo mucha salud.
Ya habían pasado por el escenario bandas como Voodoo Six, October File, Red Fang, y la única banda española de la tarde, Tierra Santa. Al no haber sido de los medios acreditados al evento, no consideré que debía estar ni en primera fila ni temprano. Otro año será.
Le tocaba el turno a Ghost, la única banda que repetía del cartel del pasado año y me quedé sin saber por qué. Al finalizar su actuación sentí la idea de que son una banda con poco atractivo a pesar de los disfraces, una música bastante monótona y unos músicos con poco virtuosismo. La batería muy simple, muchos samplers (no sé hasta qué punto, pero muchos más de lo permisible), algunos errores de actuación. En fin, muy mal sabor de boca.
Entre las canciones de esta tarde con un sol que pegaba y donde ya había algunos borrachos que no terminarían la noche estuvieron "Infestissumam", "Per Aspera ad Inferi" y "Con Clavi Con Dio". El vocalista de la banda con mucha parafernalia encima y poca voz, tampoco trasmitía ningún sentimiento y estaban todos excesivamente tiesos. Esta banda en un club con poco público hubiera matado, pero con este sol y esa música nos morimos nosotros solos. Si tienes otra opinión te pido amablemente que la dejes al final de este artículo.
Ya venía Iron Maiden. La mayoría estaba allí por ellos y eso se notó porque fue el único momento de la noche en que las barras se quedaron vacías y los puestos de merchandising desolados. Todos se fueron a ver la puesta en escena de Maiden England 88.
¿Qué decir de Iron Maiden? Los que los han visto ya lo sabrán y los que no que se lo imaginen, pero ni siquiera el DVD 666 que es uno de los mejor filmados toma todo el poderío de la banda en directo. Por supuesto, el hecho de tocar canciones que llevan haciendo hace como mínimo veinte años y haber sido los mismos músicos desde al menos quince años da mucha ventaja. No es necesario ni mirarse entre ellos para saber qué es lo que viene a continuación.
A partir de la intro con “Doctor Doctor” canción que repetiría dos días después pero interpretada por Michael Schenker Group, estuvieron corriendo de un lado a otro durante casi dos horas, mostrando su envidiable fuerza física. En cuanto al repertorio, este comenzó con “Moondchild” y “Can I Play With Madness”, para continuar con “The Prisoner”, una canción que guarda para mí muchos gratos recuerdos de cuando pensaba que los Maiden eran la banda más grande del mundo y tenían un inmenso futuro por delante.
Con "Two Minutes to Midnight" la emprendió Bruce Dickinson con sus exhortaciones de "Scream for me Madrid" que siempre fueron muy bien respondidas. Su voz esta noche tuvo sus fallos, pero ya sabíamos que aparecerían en algún momento. Aun así, cantó muy bien en los momentos en que no había que gritar y mantuvo al público siempre a su favor.
Con el telón que mostraba a Eddie montado a caballo comenzó "The Trooper", donde Dickinson uso su casaca roja y sus dos banderas, y en un momento le tapó la cara con una a Janick Gers, mientras por las pantallas veíamos imágenes de la caballería británica en plena carga. Siguieron “The Number of the Beast” con enormes llamaradas, la aburridísima y recientemente rescatada “Phantom of the Opera” y “Run to the Hill” donde salió un Eddie esta vez con su casaca roja y espada.
"Wasted Years" precedió a "Seventh Son of a Seventh Son" un épico tema donde pudimos ver por primera vez al lado derecho al teclista que la banda lleva en directo, casi siempre oculto. Continuaron con "The Clairvoyant", "Fear of the Dark" y "Iron Maiden", donde el Eddie de la portada de "Seventh Son of a Seventh Son" apareció con su marioneta en la mano.
La banda se retiró, pero sabíamos que volverían, era predecible, ha sido así en los últimos treinta años. El regreso fue con el discurso de Winston Churchill y "Aces High". "The Evil that Men Do" llegó antes del también predecible y aburrido "Running Free", alargada para presentar a los músicos y calentar al público con el estribillo.
Aprovechando la estampida provocada por el fin de este concierto, intentamos ponernos lo más adelante posible para disfrutar de Anthrax y Megadeth. Fue en ese momento que nos dimos cuenta que el Black Circle era demasiado grande y nos dejaba a los que no habíamos pagado la cuota extra de dinero para estar en el que estaríamos, aun en primera fila, demasiado lejos. Algunos gritos de “crucemos la cerca” no encontraron la respuesta apropiada y muchos seguratas estaban en la línea entre el black circle y el resto (doble cercado) para evitarlo. O sea, que es muy importante respetar el dinero. El año que viene volverá a haber black circle seguro y posiblemente hasta yo muerda, porque no es lo mismo ver a unos Iron Maiden algo lejos, teniendo en cuenta que así tienes una visión global de todo el escenario y las pantallas, que ver a una banda a escasos metros y sentir como el audio (con algunos problemas por cierto) golpea tu pecho con las bajas frecuencias.
Anthrax era una de las bandas que quería ver y de verdad que ofrecieron un show que convencería al más exceptivo. Tremendo concierto con la formación que siempre quise ver encabezada por Joe Belladonna y Scott Ian junto al imponente baterista que es Charlie Benante. También estaba Frank Bello que me hizo recordar a Paquito Bello, más conocido como Paquito el Loco, bajista cubano que militó posiblemente en un centenar de bandas sin exagerar. El quinto miembro era el “nuevo” Jonathan Donais de Shadows Fall.
Cuando comenzaron con "Among The Living" seguido de “Caught in a Mosh” ya no quedó más remedio que entregarse a la banda. Belladona mantuvo un estado de voz impecable y bromeaba con las primeras filas pidiéndoles algún cigarrillo.
No se olvidaron de su momento de homenaje, dedicando una canción a Dio y Dimebag Darrell (Hymn 1/ In The End), y comenzando los acordes de “Raining Blood” de Slayer para demostrar que también nos dolía la partida de Jeff Hanneman. Siempre han sido un grupo que les ha gustado versionar a sus ídolos, de ahí los covers de “T.N.T.” que finalizó con los primeros acordes de “Back in Black” de AC/DC dejando a la gente con deseos de mas, la versión de “Antisocial” donde esperábamos a Nicko McBrain pero no apareció (es que está canción es original de Trust, anterior banda de McBrain) y Got The Time, una versión de Joe Jackson, un músico que nada tiene que ver con ellos.
Tampoco se olvidaron de sus mejores canciones “I am the Law”, “Indians”, ni de su bromista “I am the Man”. Su concierto nos pareció muy corto y lo podemos resumir con esta frase que acabas de leer y que te repetiré, “nos dejaron con ganas de más”.
Megadeth por alguna razón que no acabo de conocer tiene muy mala prensa en España y es menospreciado por muchos. Sin embargo esta noche también dieron un concierto impecable. Jamás he visto desfallecer ni la guitarra ni la voz del genial Mustaine. Después del concierto clásico de Maiden y la avalancha sónica de Anthrax había que actuar con mucha entrega y así mismo lo hicieron.
Salieron a escena respaldados por tres pantallas de alta definición donde en cada tema salían imágenes alegóricas que dieron un importante aporte visual al concierto, sumándose a las dos pantallas gigantes que estuvieron todo el tiempo presentes a ambos lados del escenario.
Comenzaron con “Trust” seguidos por "Hangar 18", donde no respetaron los solos y al parecer el tiempo estaba un poco atrás. "Kingmaker" del nuevo disco Super Collider fue recibida con cortesía mientras "Public Enemy Number One", sonó muy heavy mientras no podíamos quitarle los ojos a las pantallas por el gracioso video de los monos vestidos de mafiosos. Para "A Tout le Monde" Dave nos pidió nuestro apoyo vocal y el coro sonó muy bien. "Countdown to Extinction", y "Architecture of Aggression", encendieron la noche donde además se destacó la cuidada luminación. Dando pasó a "Sweating Bullets" y "Super Collider" también del nuevo disco. Ambas canciones encajan muy bien con el repertorio en directo, vamos a ver qué pasa con el disco.
"Symphony of Destruction" nos mantenía caliente dando paso a "Holy Wars" mientras en la pantalla central aparecía la palabra "gracias" traducida en varios idiomas. Después he leído críticas negativas de este concierto y claro está que si te maravillas con canciones de dos acordes encontraras incomprensible otras donde el virtuosismo de dos guitarristas como Mustaine y Broderick pasará inadvertido.
Ya era tarde y le tocaba el turno a Avantasia. No había comido nada y pensaba irme a buscar algo pero decidí esperar, además, la zona de comida estaba bastante lejos del escenario. Una corazonada que resultó positiva. A esa hora de la noche comenzaron a ecualizar la batería al más puro estilo aficionado. No sé qué pasaría, pero cuando la banda salió todos los malos momentos y el frio que pelaba se nos olvidó. La banda tardó mucho más de lo necesario.
Mucho público se fue. Se lo perdieron. Un concierto impresionante donde cabe destacar el profesionalismo de Tobias Sammet y sus acompañantes entre las que destaco por su imponente presencia y su voz a Amanda Somerville. Tobias llevaba años soñando con poder llevar a delante en directo un proyecto de metal opera con varios vocalistas y lo ha logrado, y no porque fueran las tres de la mañana íbamos a despreciar su esfuerzo, así que ahí estábamos.
Para esta noche Tobias reunió nada menos que al imponente Michael Kiske, al veterano Bob Catley de Magnum, Ronnie Atkins, de Pretty Maids, y Eric Martin de Mr Big. Thomas Rettke siempre estuvo haciendo coros junto a Amanda y no tuvo el protagonismo que merecía. Otra noche será pues Tobias nos agradeció que siendo las 3.30 de la mañana hubiéramos estado ahí esperándolo e intentó dar lo mejor de sí.
La banda que arropó este proyecto también estuvo magnifica y quiero destacar al guitarrista Oliver Hartmann con sus coros geniales. Abrieron con "Spectres" y "The Scarecrow". Mientras Bob Catley fue presentado para interpretar "The Story ain’t Over" seguido por "Reach Out for the Light" a cargo de Michael Kiske.
Nos sorprendió la presencia de Eric Martin, haciendo un magnífico dueto en "Dying for an Angel". Tobias nos entregó "Lost in Space" y destacó el momento más álgido del show con "Sign of the Cross" con todo el elenco sobre el escenario, intercalando con fragmentos de "The Seven Angels".
También fue un concierto corto y la despedida nos dejó con deseos de más. Al terminar nos fuimos a buscar comida para darnos cuenta de que ya no quedaba, habían recogido y solo quedaba bebida. Nos fuimos a la carpa donde El Pirata pinchaba y allí estuvimos un rato hasta que decidimos salir. Sabia decisión, pues fuera nos esperaban vendedores callejeros cargados de buenos bocatas y bebidas mucho más económicos y La Veloz había tenido el buen tino de reforzar el transporte, así que en un una hora escasa ya estábamos comidos, bebidos y en Madrid.
Magnifico el Sonisphere, si algo debería cambiarse es el hecho de que permitan la entrada de cámaras y algo de comida, sin exagerar. De todas maneras no son capaces de ofrecer suficientes suministros a los que están dentro y aunque no permitan la entrada de cámaras, no pueden impedir la entrada de móviles, la mayoría de los cuales tiene cámara. ¡Qué paradoja! Realmente perfeccionar la organización estaría mejor.