Viernes 19 Febrero de 2016
Sala Santana 27 (Blue) Bilbao.
Ironías del destino, tres bandas venidas del norte de Europa calentarían la fría noche Bilbaína a golpe de buen Hard Rock. Tres formaciones con tres propuestas musicales bien diferentes, cuyo punto de encuentro es el amor por el Rock setentero, pero con sonido puesto al día.
Casi por casualidad llegue a tiempo a la sala para ver a los teloneros Tiebreaker, digo casualidad porque el concierto comenzó algo antes de lo anunciado, al menos en un principio. Algunos corrieron peor suerte y llegaron a media actuación.
Salían a escena los Tiebreaker un joven quinteto procedente de la lluviosa ciudad de Bergen en Noruega. Estos chicos apuestan por el Hard Rock de vocación blusera. Con algunas reminiscencias de Led Zeppelin. Tienen un álbum debut publicado, se titula "We Come from the Mountains", y salió en 2014. No les conocía más que de un par de un par de videos de ellos cuando se anunció que vendrían como teloneros de este Tour. La verdad es que me pareció muy interesante lo que hacen.
Su cantante Thomas Espeland lo hace muy bien además de ser un alegre maestro de ceremonia, que no paro de brindar cerveza en mano. Desplegaron un setlist corto, que si mal no recuerdo incluía unas 6 piezas. Algunos de los títulos que recuerdo de esa noche son: “Nicotine”, “Hell, Walk Away”, “The Getaway” que es de las pocas que conocía del videoclip. En el tema final el rubio vocalista se dio un pase por entre el publico micro en mano.
A mí me suenan muy americanos y creo que sus composiciones están muy bien elaboradas, nada de ritmos facilones. Solo tocaron 30 minutos pero sirvió como excelente carta de presentación para una banda emergente e interesante a la que habrá que seguir los pasos.
Aprovechamos el descanso para beber alguna birra y mirar por el cristal la sala principal de abajo donde tocaban Mago de Oz y que tenía una buena asistencia. Incluso alguno de los músicos estuvo mirando el devenir del otro concierto de esa noche en la Santana 27. Arriba éramos pocos, pero fieles y orgullosos.
Llegaba el momento del recuentro con los Dead Lord, los suecos volvían seis meses después de su primera visita, en aquella ocasión con Audrey Horne y ante una escasa asistencia. Apetecía verles de nuevo, porque tienen un directo molón.
Esta vez el setlist fue más reducido que en su anterior visita. Tan solo 8 temas, que nos supieron a poco. Faltaron alguno de los buenos temas. Pero la banda aprovecho cada segundo sobre las tablas, para ofrecer un buen concierto. Muy directos y consiguiendo animar que de eso también se trata. El setlist estuvo conformado por las siguientes canciones:
Because of Spite
Don't Give A Damn
Strained Fools
No Regrets
Onkalo
Hammer to the Heart
When History Repeats Itself
Ruins
Mucha energía la que desprenden sus composiciones con esas guitarras dobladas y el claro aroma Thin Lizzyano que desprenden. El bigotudo cantante y guitarra Hakim Krim no paro de poner caretos y se repartió los solos con su compi en la otra guitarra Olle Hedenstrom, que estuvo arengado por algunos de los miembros de otras bandas situados en su lateral. Cuentan con una competente base rítmica, conformada por el rubio bajista Martin Nordin y el batera Adam Lindmark.
Dead Lord son una banda de directo. Dieron un concierto intenso, directo y divertido. Aunque como dije antes se nos hizo muy corto. Eso sí dejaron el escenario bien caliente para los The Vintage Caravan. Había ganas de verles y no defraudaron.
Tocaba ver al joven trío Islandés The Vintage Caravan, una de las bandas nuevas que mejores discos está sacando, dentro de esta oleado de Hard Rock setentero y medio hippy que nos inunda en los últimos años. Aunque The Vintage Caravan van por una vertiente un tanto más progresiva, con dejes psicodélicos y algo de Stoner. Claramente influenciados por el sonido de grandes como: Jimi Hendrix, Led Zeppelin, Cream, Deep Purple, Black Sabbath, King Crimson y hasta Hawkwind.
Venían presentando su más reciente álbum ‘Arrival’, y le dieron un buen repaso. Despejando cualquier duda con el intenso arranque de su bolo. El power-trío que gira alrededor del guitarra y vocalista Óskar Logi desplegó todo su arsenal instrumental para cuajar una grandiosa actuación que mejoraba con el paso de los temas.
Abrieron con una de las nuevas “Babylon” y le siguió “Craving” donde Óskar tuvo problemas con el jack de la guitarra, la sección rítmica continuó tocando hasta que se solucionó el tema, ayudado por un técnico.
Otras de las nuevas que cayeron esa noche fueron “Shaken Beliefs”, “Innerverse”, “Crazy Horses”, “Carrousel” y “Last Day of Light”. El virtuoso guitarrista Óskar Logi dio una disertación de buena guitarra, influenciado por grandes maestros este chico tiene mucho futuro. Sus colegas no se quedan detrás, excelente la ejecución del batería Guðjón Reynisson y que decir del activísimo bajista Alex Örn, que hace sonar las cuatro cuerdas como un poseso. Insuflando Groove a la poderosa base de la banda, que por momentos, suena muy funk a lo Red Hot Chilli Peppers o Rage Against The Machine, al menos sus líneas de bajo. Las dos últimas de la noche fueron la ya mencionada “Last Day of Light” y la alucinante “Expand Your Mind”, les despedimos con una fuerte ovación y comenzamos a pedir bises.
No tardaron en volver a escena para afrontar un solicitadísimo Bis, y que mejor colofón que “Midnight Meditation”, de esa forma cerraron su show que duro casi 70 minutos. Pese a su juventud se les ve muy seguros y cuajados. No hay que preocuparse del futuro del Rock, solo hay que dar más respaldo a las bandas que van llegando y no quejarse tanto de que siempre vienen los mismos, porque no es verdad.
Bueno yo luego a un bar, hasta el amanecer, con amigas y amigos y por supuesto unas buenas birras. Pero eso es ya otra historia, jejeje.