Una buena oportunidad para conocer a Hora Limite quienes abrirían para Red Sky Mary en su concierto de Madrid. Muchas gracias a Dark Miau, Intertour Music Agency y Lestrato Rock and Conciertos por hacer posible este show y la gira de los americanos.
Hora Límite hacen un hard rock con bastante pegada. Su vocalista, Sara, tiene buena voz y presencia escénica y en su breve tiempo pudieron tocar unas diez canciones comenzando por “Todo lo que pierdo” ante una audiencia muy escasa, lo cual siento mucho por parte del grupo, aunque me hizo sentir como si el concierto fuera para mí y un grupo de mis amigos, eso no es lo que la banda necesita, sino que sea mucho más conocida.
Una curiosa canción fue “El plagio de Bon”, que no comprendí mucho, sin embargo me gustó, como mismo me gustó “Lárgate” y “Resultado de un Error”. Magníficos guitarristas tiene la banda, Fran y Troi, que lo demostraron una y mil veces durante la actuación.
Por su parte, Sara trató de alentar a la escasa audiencia y lo logró medianamente, y es que cuando te ves casi solo dando saltos, a veces te da “apuro”. Mientras tanto sonó “Dias de Escuela” que me recordó el “School Days” de Chuck Berry y cerraban con “Todo lo Hago por Ti”.
A Red Sky Mary los habíamos entrevistado una escasa media hora antes y nos contaron detalles de su pasado y futuro. Presentaban su discazo River Child que te recomiendo encarecidamente si te gusta, como ellos quieren ser definidos, el rock and roll; esa mezcla que hace la banda de rock, blues y heavy.
La banda tocó sin set list impreso, y al no tener chuleta, les contaré a memoria pura. Durante media hora la banda hizo un show súper profesional y entregado ante 25 personas (si, las conté) que incluía prensa, organizadores del evento y trabajadores de Barracuda, por lo que no puedo adivinar cuantas entradas pudieron venderse y lo siento mucho por la agrupación y los promotores, pero sobre todo por aquellos que se perdieron a una joven súper banda que toca mucho mejor que los dinosaurios por los que pagas cien euros para ver. Una vergüenza.
La banda tocó gran parte de River Child y canciones anteriores como “Damned and Wicked” y “Drag me Down”. Otras como “South of the City” no me las esperaba. Ya los chicos habían anunciado que tocarían algunas versiones, y las primeras en caer fueron la cuarta y la quinta del setlist, dos temas de Black Sabbath, “Paranoid” y “War Pigs”.
Todos los músicos tocaron muy bien pero debo destacar la labor del bajista, Gary Boisse, padre del guitarrista Tom Boisse y núcleo aglutinador del grupo. En la versión que hicieron de la canción de Kiss, “Detroit Rock City” la primera parte del solo de guitarra la hizo el al bajo, haciendo Tom la segunda guitarra y les quedó muy bien.
De las composiciones de River Child cayeron “Run Ragged”, “All Hell’s Breaking Loose”, “Payback”, “Pride” y algunas otras. Casi al final de la actuación hicieron una versión muy personal del “Fire Woman” de The Cult. El joven vocalista Sam Vlasich llegó a los registros más amplios sin esfuerzo alguno y con la mirada siempre fija en el horizonte. El cuarto en concordia, el batería Barrett Goeman, tiene un estilo en el que cada golpe parece hecho con facilidad y sin complicaciones. Y así forman una unidad compacta que desarrolló un grupo de canciones que pudo ser, cada una de ellas, un himno para corear.
Les deseamos muchos éxitos a ambas bandas. Los visitadores están en el proceso de creación de su próximo disco, que parece les tomará un tiempo, y el próximo año estarán de regreso de nuevo por Europa. Veremos si esta experiencia no fue tan traumática económicamente y les da por repetir en Madrid.