Miércoles 25 de octubre de 2017
Sala Santana 27, Bilbao.
*Fotos de Paradise Lost por Txemaiden, las demás Juan Raúl.
Los veteranos metaleros británicos volvían a Bilbao dos años después de su anterior visita. Como la anterior vez con un nuevo larga duración bajo el brazo, 'Medusa' que venían a presentar en la sala Santana 27 como parte de su tour Europeo. Su decimoquinto álbum en una carrera intensa en la que se han atrevido a experimentar.
En esta nueva aventura por nuestras tierras, les acompañaban los Pallbearer, el combo de Little Rock, Arkansas, que publicó su tercer disco 'Heartless' en marzo de este año y los lisboetas Sinistro, una banda con cantante femenina de la que solo tenía unas pocas referencias y lo que vi esa noche me pareció interesante.
A las 19:30 comenzaron su concierto los portugueses, por desgracia, ante una escasa presencia de público. Siendo miércoles y a esas horas era complicado. Una pena porque bastaron unos poquísimos acordes para darnos cuenta de la presencia escénica de la vocalista Patricia Andrade, que además de un amplio registro vocal, posee una expresividad corporal que desborda y va más allá de la música de esta banda que me resulta difícil etiquetar, una base doom, rock con algo de ambient, con ramalazos dulces o rabiosos pero consiguiendo un sonido muy personal, aunque bastante estáticos.
Los constantes giros y las extensas partes instrumentales las aprovechaba Patricia para ejecutar una suerte de danza o movimientos más propios de un mimo, cambiando su gesto y moviendo sus brazos cual marioneta. En su corto set de media hora mostraron personalidad, y un enfoque musical amplio e interesante. Cuya esencia va más allá de la propia música. Atentos porque su nuevo álbum 'Sangue Cássia' se publicará el 5 de enero de 2018 con Season Of Mist.
Los segundos en salir los norteamericanos Pallbearer, mucho más complejos musicalmente hablando pero también bastante parados, el más activo era el bajista Joseph D. Rowland. La audiencia mejoró un poco y el ambiente se hizo un poco más respirable musicalmente hablando, sobretodo en la primera parte, con canciones extensas cargadas emociones profundas y cuidadas voces a cargo de Brett Campbell, tejiendo algunas melodías dentro del oscuro doom rock con vocación progresiva que se gastan estos chicos.
Despacharon una buena ristra de solos de guitarra y como decía antes tampoco es que sean la alegría de la huerta. Pero su música mantiene un nivel de intensidad muy parejo, en resumen cuarenta minutos bien aprovechados en los que contabilice 3 canciones de su nuevo álbum 'Heartless', que es el único que conozco y del que tocaron "Thorn" con la que abrieron su bolo, la extensa "Dancing In Madness" con más de 12 minutos de duración, en la que incursionan en oscuros ambientes post-rock y por último la profunda "A Plea for Understanding". Cumplieron su papel y dejaron una buena impresión.
A las 21:30 y ante una mejor asistencia, (250 o 300 personas) subían al escenario los de Halifax, entre penumbras para comenzar con "From the Gallows" una de las nuevas canciones que tocaron esa noche. Sin inmutarse en lo más mínimo se metieron con la segunda canción "Tragic Idol", el sonido era muy bueno. Completaron un tridente inicial con "The Enemy". Fieles a su actitud fría y llamémoslo relajada, apenas se movían, el bueno de Aaron Aedy es el único que no para, Da igual lo que toquen y da igual la respuesta que tengan del público, ellos a lo suyo. De un concierto para otro, se me olvida que sus conciertos son así, siempre guardo un mínimo de esperanzas de que un día se suelten más pero a estas alturas no creo que eso pase jejeje.
Los primeros acordes de "The Enemy" y un sonidazo gordo y limpio, donde la guitarra de Gregor Mackintosh gana protagonismo. Que decir de la contagiosa "Erased" cuyo estribillo disfruté y cante como pude. Batería enérgica y guitarras crujientes en otra de las nuevas "Gods of Ancient", potencia doom death. Una infaltable mirada al clasicazo 'Draconian Times' de 1995, con "Enchantment" que 22 años después sigue sonando tan impresionante como el primer día. Muy activo el "nuevo" batería Waltteri Väyrynen, su pegada en temas como la doomy "Medusa" retumbó en la sala. Por cierto Gregor después de quitarse las rastas, luce ahora una especie de cresta Punky.
Turno para la bella "An Eternity of Lies" de su anterior y brillante LP 'The Plague Within', es curioso que una banda ofrezca un concierto tan sólido con un mínimo esfuerzo escénico. Estos lo consiguen y aunque no me guste su actitud, les admiro. Una de las pocas que presentó con más imeptu Nick fue "Faith Divides Us Death Unites Us", que tuvo muy buena acogida. Una de las nuevas que más completas me parecen es "Blood And Chaos", guitarras rugosas y bajo potente, muy bien. La mayor ovación de la noche la obtuvieron cuando Holmes anunciaba "As I Die", que fue coreada como merecía. La doom-monolítica, "Beneath Broken Earth" del CD 'The Plague Within' hacia acto de presencia y todo se hizo mucho más oscuro, denso y melancólico. Sin duda una gran composición. Antes de marcharse hubo momento para visitar mi idolatrado 'Icon', nada más y nada menos que "True Belief", reconozco que me dolió no tocaran alguna otra.
Salían del escenario todos por la izquierda y Aaron por el lado contrario, así que se volvió a cruzar el escenario con una carrerita. Tardaron un poco en salir para el encore final, con tres piezas más, "No Hope In Sight" del 'The Plague Within' que va copando el setlist. La penúltima fue otra de las nuevas "The Longest Winter", sonido masivo consiguiendo una atmósfera increíble. Para concluir con "The Last Time" del 'Draconian Times'. Un gran concierto, por supuesto que quedaron algunos clásicos fuera del setlist. Fijo que unos cuantos se quedaron con ganas de escuchar “Eternal”, “Embers Fire”, Say Just Word” o “One Second”, pero con la cantidad de material que tienen para elegir es cada vez más difícil complacer a todos. Pero habrá que ir renovándose y de esto estos saben un rato, bueno, al menos musicalmente.