Sala Stage Live, Bilbao
7 de noviembre de 2015
Otro Tour que paso este fructífero otoño por Bilbao, fue el de PARADISE LOST, los británicos con nuevo álbum bajo el brazo dieron un sobrio concierto en la sala Stage Live. Un bolo a la altura de su nombre, como pioneros del Doom y el Metal gótico. Vinieron acompañados de LUCIFER, una banda quizás poco conocida pero que tiene en sus filas a músicos con experiencia.
Pensé que la sala se quedaría pequeña por la entidad y trayectoria de esta banda pero no fue así, se estuvo algo más cómodo que en el concierto de Children Of Bodom, que sí estuvo petado. Supongo que para PARADISE LOST quedaría poco papel por vender, sala casi llena y muchas ganas de verles.
El concierto comenzó puntualmente y salieron a escena los LUCIFER, no les conocía más que por algún vídeo, y la verdad me gustaron mucho. La banda está formada por el guitarra Gaz Jennings (ex Cathedral), la vocalista Johanna Sadonis (ex The Oath), el batería Andrew Prestidge que ha tocado con los veteranos Angel Witch o con Winter. Mientras que el bajista es Dino Gollnick, del que desconozco su trayectoria.
Al cuarteto le toco descargar su set en un espacio bastante reducido del escenario, duro 40 minutos y por supuesto se basó en "Lucifer I", el único álbum que tienen publicado hasta la fecha. Su sonido se articula desde una base Doom, mezclada con Stoner y heavy rock. La voz femenina de Johanna Sadonis (que ya nos encandilo con The Oath), le da un toque distinto a la propuesta de LUCIFER, suenan muy bien y para nada aburridos.
Sonido es firme y cálido, por supuesto que por momentos recuerda a los Cathedral, y claro, a los maestros Black Sabbath. Algunas de las canciones que presento la rubia vocalista botella de vino en mano, esa noche y que recuerdo son: "Anubis", "Abracadabra", "Sabbath", "Purple Pyramid", "White Mountain" o "Izrael" esta ultima es de las pocas que conocía por el videoclip y donde la voz de Johanna destila emoción. Se marcharon con un fuerte aplauso. Me gustó mucho su concierto.
Con puntualidad británica salieron a escena los PARADISE LOST, toda una institución del metal mundial. Con su decimocuarto álbum de estudio "The Plague Within" aún caliente se presentaban en la sala Stage Live de Bilbao.
El primero en salir fue el joven batería Waltteri Väyrynen, que sustituye a AdrIan Erladsson que está de gira con su banda de toda la vida At The Gates. Luego salió el resto de la banda, el bajista Steve Edmondson, el cantante Nick Holmes y los guitarras Greg Mackintosh y Aaron Aedy. Sin más preámbulos comenzaron su show con "No Hope In Sight", una de las canciones nuevas de su recién publicado LP "The Plague Within" que venían presentando y del que darían buena cuenta. Tras los primeros aplausos llego "Widow" de mi venerado "Icon", y seguido "The Painless" del no menos valorado "Gothic".
Greg Mackintosh / PARADISE LOST
Como ya es costumbre en ellos, salieron todo serios. Aunque Holmes se permitió algún chiste con el correspondiente humor británico. Creo que ha sido la vez que "más" momentos interactivos se ha permitido jejeje. De Gregor mejor ni hablar, salvo en un momento que alguien del público le grito "I Love You", que solto una media sonrisa, que acompaño de una frase lacónica, para el resto del tiempo estar con esa cara de pocos amigos. Ni la entrega del público les hizo mover un musculo facial más. El único que se movió durante todo el concierto y que sudo la camiseta fue el segundo guitarra Aaron Aedy. Entregado en su parcela de escenario, de la que apenas se salió.
Vuelta a la actualidad con "Terminal", otra del nuevo LP, que sonó perfecta, rollo más gótico con "Erased", del ya lejano "Symbol Of Life", que la gente agradeció y canto junto a Holmes. Los teclados pre-grabados anunciaban "Praise Lamented Shade" del álbum "In Requiem". Hay que decir que gozaron de un buen sonido durante todo el concierto. Más temas nuevos "Victim of the Past", donde Nick pone la voz un poco más oscura. Tras esta llego uno de los momentos álgidos de la actuación, al menos en cuanto a acogida del público, sonó la grandiosa "Enchantment" de su obra maestra "Draconian Times", esta joya sigue cautivando. En uno de los pocos parlamentos que hizo Nick Holmes anuncio que tocarían la canción más rápida y la más lenta del nuevo disco, incluso pidió un mosh pit, sonó "Flesh From Bone", que aunque tiene partes rápidas también tiene otras muchas bien lentas. Creo que casi mejor recibida fue la densa y Doomy "Beneath Broken Earth", una de mis favoritas del nuevo trabajo de los de Halifax.
Steve Edmondson / PARADISE LOST
El escenario solo estaba adornado por una gran bandera al fondo con la portada del nuevo CD, pero esto no influyo en el resultado de lo acontecido, lo importante era la música y cada uno de los integrantes cumplió con precisión con su trabajo. Estuvieron absolutamente centrados en lo musical, la interacción con el respetable fue mínima y a cargo de Nick Holmes. Siempre han sido así, no creo que a estas alturas cambien. Aunque por otro lado lo agradezco, por que a veces te encuentras con bandas que entre canción y canción sueltan unas charlas cansinas. En fin los PARADISE LOST mantuvieron un ritmo constante y así fueron desgranando su setlist.
La noche continuo con otro de sus grandes clásicos "As I Die", del "Shades Of God", que por supuesto tuvo una gran acogida, la gente canto lo que pudo. Es otra de esas canciones que funcionarían hasta debajo del agua. Lástima que los protagonistas sean tan secos, pero en fin es lo que hay. Antes de marcharse al camerino descargaron "Requiem", que no me hubiese importado que cambiaran por algún otro temazo de los tantos que quedaron fuera del setlist.
No tardaron mucho en regresar con "Return To The Sun" otra del nuevo opus. Aquí la introducción de esta canción sirvió para que la banda tomase de nuevo posiciones, acto seguido caía "Faith Divides Us – Death Unites Us" que da título a su LP de 2009. La importancia que le están dando a los nuevos temas quedo patente cuando usaron "An Eternity Of Lies" como penúltimo tema de la noche. Para cerrar por todo lo alto con "Say Just Words", otro clásico básico. Punto final de un concierto que duró una hora y veinticinco minutos. Un bolo sobrio y directo, sin distracciones de ningún tipo. Aunque algo corto para mi gusto, con el catalogo que tienen si hubiesen tocado un par de temas más hubieran quedado como dios. Eche de menos "Eternal", "True Belief" o "One Second" por solo citar un tridente de piezas clave. En resumen un buen concierto.