Lacuna Coil, Cellar Darling & Sinheresy - Zaragoza - 29/11/2017
"Borrasca de metal en Zaragoza"
Un frío día entre semana fue el que eligieron Lacuna Coil, Cellar Darling y Sinheresy para tocar en la no menos fría Zaragoza, famosa por el viento del Cierzo que esa jornada golpeaba sin piedad. Pero eso no fue motivo suficiente para evitar que nos desplazáramos hasta tierras mañas y entrar en calor con la oleada de buena música en forma de metal gótico, pinceladas folk y alguna que otra sorpresa.
Entregados durante todo el show, además de presentar nuevos temas como “My Only Faith” o “Believe”, dejaron hueco para “Paint The World” de su anterior disco. Sonaron más rudos que en las grabaciones y ésto, quizás, les hizo más creíbles en las tablas que en el disco.
Tras la puesta a punto del backline por parte de la propia banda se dispusieron a arrancar con el segundo corte de “This is the Sound”, “Black Moon” donde Anna Murphy está libre de la zanfona hasta que llega su solo. Es en ese momento cuando los que desconocen la agrupación se quedan boquiabiertos y no paran de aplaudir.
Otra vez, micrófono en mano, en la primera parte de “Hullabaloo” Anna nos deleita con unos registros vocales muy amplios que en directo suenan increíbles, sobre todo, por el mínimo procesado de las voces. El público se une a la banda entre aplausos acompañando los redobles de Merlin Sutter para llegar a un solo de Zanfona reverberizada que encaja a la perfección con el tema.
Sin desacelerar entran a tocar “The Hermit” donde los riffs de Ivo Henzi llenan de energía un tema donde nuevamente el protagonismo se lo lleva Anna tanto por su voz como por su instrumento medieval. Llega “Avalanche” y los que les ven por primera vez en directo quedan embelesados al comprobar la fuerza de los suizos en las tablas y, tras unas palabras de agradecimiento, pisan un poco el freno para interpretar la canción de su recién estrenado videoclip de animación, “Six Days” donde la flauta travesera se queda sola bajo las luces de la sala.
Seguidamente descargaron la potente “Rebels”, la aún más enérgica “Starcrusher” y, a continuación, “Challenge” cuya letra da nombre a su, por el momento primer disco. El bajista que les acompaña en directo se mantuvo en un segundo plano bajo su capucha pero, siempre, con miradas de complicidad con la banda que ha compuesto sus líneas, haciendo intuir que ellos también se sienten a gusto con él.
Una vigorosa interpretación de “Fire, Wind & Earth” sirvió para terminar su show, en la que la propia Anna cogió las baquetas para sumar sus golpes a la batería de Merlin, sorprendiendo de una manera visual a los asistentes.
Dieron un concierto musicalmente espectacular en el que Anna fue la protagonista indiscutible, no solo por su interpretación instrumental, sino por unos registros vocales en los que se atreve a rasgar la voz de manera gutural en alguna ocasión, controlando el monitoraje ella misma desde el escenario con su tablet y transmitiendo el mensaje de sus temas en todo momento. Agradecieron la acogida en Zaragoza por parte del público y después recogieron el equipo ellos mismos. Darán que hablar y, seguramente, los volveremos a ver por la península.
La melódica “Spellbound” sonó seguidamente y, tras ésta, una más numetalera, “Die & Rise”. “Blood, tears and Dust” hicieron que el ambiente de la sala se mantuviera en esa onda heredada de los sonidos norteamericanos donde la voz de Andrea da una vuelta de tuerca hacia sonoridades más oscuras mientras Cristina se mantiene en su línea.
Volveríamos a su último trabajo con “Ghost in the Mist”. Mientras Diego y Marco se mantenían un tanto al margen del público, Ryan aprovechaba cada instante que había un silencio, para encaramarse a su batería. “My Demons”, también de lo nuevo, sirvió para relajar un poco la velada.
Fue en “Trip the Darkness” donde Cristina dejó claro que todavía sigue siendo una de las reinas del metal gótico, sintiendo cada nota del tema, corroborándolo, con temas nuevos como “Downfall” y, si aún había alguien que no lo tenía claro esa noche, no dudaría tras la interpretación de “Swamped”, uno de las canciones que le han colocado en un trono más que merecido.
Y de lo más viejo a lo más nuevo con el “Delirium” y “Nothing Stands in Our Way”. Siempre muy cerca del público ambos vocalistas, no dudaban en intercambiar gestos y palabras con los asistentes. Incluso Andrea no dudó en utilizar el castellano y una de las frases que no faltaron fue “de puta madre”.
Dejarían el escenario cubiertos de aplausos y, al rato, unos hinchables comenzaron a tomar las formas de motivos navideños. Fue entonces cuando pudimos comprobar como la nieve se adelantaría unos días, cuando volvieron a escena a tocar “Naughty Christmas” y los copos de nieve artificial bañaron a los asistentes.
Tras una canción muy idónea para estas fechas, no podrían zafarse, a continuación, de un clásico como “Heaven's a Lie” y hacer las delicias de los fans más acérrimos que no cesaron de corear el estribillo. Y, para terminar, volverían a recordarnos su último trabajo con “The House of Shame” donde las voces, tanto de Andrea como de Cristina, estuvieron a la altura.
Terminarían así un concierto que se haría corto pero saciaría la sed de metal gótico de una pequeña sala con capacidad para unas 500 personas que no se llenaría en su totalidad. Un concierto en el que el contacto con el público estuvo muy presente en momentos, por ejemplo, en el que Andrea no dudó en grabar con el móvil de una chica para devolvérselo con una grabación que no olvidará.