Rock Estatal Records © 2019

Tracklist:
01. Intro 2:00  
02. Playing to Kill 3:21  
03. American Dream 2:43  
04. My Friend 3:45  
05. Thunder Kiss '65 4:06  
06. Downtowm 2:56  
07. Devil Inside 2:42  
08. Very Bad Things 4:04  
09. Empty Brains 4:21  
10. No Surrender 4:27

Fukushima nace en 2017 en la localidad valenciana de Gandía con miembros de La Raíz y Sujeto K. Tras su debut como teloneros de Narco en la Sala República la banda decide entrar al estudio para grabar su disco debut que es el que tenemos aquí.

Cuando escuchamos la “Intro” pensamos que esto iba a ser una banda de funny metal al estilo Gigatron, aunque habíamos leído en los créditos que había una versión del “Thunder Kiss 65” de White Zombie. La entrada de “Playing to Kill” ya nos aclara la mente: Una banda enérgica con sonidos graves de guitarra sin llegar al desert rock pero con un toquecillo stoner.

“American Dream” muestra que el camino es el de la modernidad. Nada de referencias a bandas antiguas aunque haya alguna o nos lo imaginemos. La voz de Simón Moratal nos recuerda a Lemmy cuando aún no había bebido lo suficiente.  ¡Esta será la línea del disco! Para la alegre “My Friend” la banda inicia en fade in al estilo del metal americano y vuelve a arremeter con fuerza. También nos recuerda al propio Rob Zombie.

Llega el momento de “Thunder Kiss’65” donde nos damos cuenta que la ironía también da juego, con una voz en castellano que nos habla de que amemos a Jesús aunque yo preferiría amar a una mujer.  Un cambio radical en la línea vocal lo trae “Downtown” totalmente rapeada y solo un par de versos melódicos insertados en el canto. Hay momentos en los que parece que hay dos voces y el solo de guitarra es puro Tony Iommi.

“Devil Inside” retoma esa energía alegre que ya mostró “My Friend” con un riff sencillo. Para “Very Bad Things” comienzan con una grabación antigua que nos recuerda al “I’am the cuban Pete” de la pelicula de Jim Carrey, Las Mascara, y cierran con un sampler de cha cha cha. Mezclan melodía con algo de rap y se escucha una guitarra alegre de fondo, pero muy de fondo, para que no se pierda el carácter árido que trae la música desde el primer corte.

 “Empty Brains” es rotundo desde el primer momento, sonando como cuando Sepultura hizo una versión del “Symptom of the Universe” de Black Sabbath. Cuando comienza “No Surrender” podrías pensar que el cierre es la pieza lenta y casi que lo logra, aunque para el segundo verso la energía crece, dando cierre a un disco marcado por la adrenalina.

El disco fue grabado en los WZ Estudi (Borriol – Castellón) y White Trash Studio (Villalonga – Valencia). Una banda que tiene mucho más de Sujeto K que de La Raíz y sobretodo una proyección musical que de haber nacido en cualquier rincón de los Estados Unidos, incluso Iowa, los llevaría a la fama.

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