Fue en el 2014 cuando Temperance debutó discográficamente y seis años después es una banda sino consagrada al menos compacta y madura. Y si decimos que no consagrada es simplemente porque en estos tiempos todo es diferente o más difícil si se quiere, que si no, estaría entre los pilares dentro de su estilo. Cuando salió Chiara del grupo, pensamos que el resto no soportaría su salida, pero ya lo ves, aquí con Alessia han salido adelante con dos discos ya y sonando tan bien como siempre.
Para este disco es mucho más evidente la combinación de tres voces, Alessia con su timbre femenino contrastando con la fuerza de Michele Guaitoli y el timbre más rudo de Marco Pastorino. Musicalmente la banda sigue el camino de su disco anterior, con composiciones más cortas y efectivas. Creo que han agregado algo de happy metal, o no sé si soy yo el que está contento con esta colección de canciones tan impactantes.
Es indudablemente el disco más heavy de su carrera. Afortunadamente “Mission Impossible” aunque esté inspirado en la película, nada tiene de la banda sonora de la misma. Desde el año pasado sonaba esta pieza y nos hizo pensar que la banda cambiaría su sonido para ser más Amaranthe, pero escuchando el disco, resulta que no, que son más Temperance aun.
“I Am the Fire” es una pieza totalmente heavy y no sé porque razón hay momentos que me recordara a Dragonforce, y donde las tres voces se unen y se apartan con la misma maestría, destacando la rudeza de Pastorino. Igualmente “Start Another Round” me suena a la banda de Herman Li y quizás por el toque power. Hasta ahora cada pieza es mejor que la anterior y “My Demons Can’t Sleep” sube la parada agresivamente, que también fue seleccionada para filmar video en el castillo Verrès, uno de los monumentos medievales más importantes de la costa de Aosta, Italia.
“Veridiam” comienza a sonar y pensamos que es una canción más comedida con ese timbre de piano de juguete, pero resulta que no, que si bien no es tan agresiva de manera global, tiene unos detalles impactantes como la mezcla de voces y la fuerza de algunos momentos. Una canción muy trabajada con un coro súper pegadizo. Luego de estas cinco piezas, resulta que sentimos “Let It Beat” mucho más floja, aunque posiblemente sea que ya no es posible mantener la adrenalina a tope.
Igualmente suave nos suena “Scent of Dye”, la típica balada hecha para que te pongas tristón, pero como en mí no cabe la tristeza solo te puedo decir que está muy bien hecha. A puro power metal regresan con “The Cult of Mystery”, donde está invitada Laura Macrì, de MaYan, quien da un toque sorpresivo con una vocalización de soprano en otra pieza sublime. Seguimos con “Nanook”, la pieza más extensa y compleja del disco que incluyo un coro infantil y un trabajo que comienza al estilo folk y mantiene la melodía agregando diversos cambios. Una pieza muy bien trabajada.
Algo que se llame “Gaia” seguro que tiene que ser una balada, y lo es, comenzando al más puro estilo Air Supply. Una pieza bella con un alegre “in crescendo” que da paso al cierre con el interludio “Catch the Dream” un pequeño trabajo coral de estilo gospel, que da paso a “Lost in the Christmas Dream” a manera de alegre villancico de Navidad con ese toque happy metal
La banda ha dado un paso adelante, con un toque si se quiere algo más comercial, pero de seguro más maduro y complejo.