01. I Am Alive 4:34
02. Along Came The Devil 4:21
03. Halo 4:19
04. Hear Me Calling 4:39
05. The Lost & The Forgotten 4:08
06. My Name Is Fear 4:04
07. I Will Be Gone 4:26
08. Raise Your Fists 3:52
09. Howl Of The Banshee 4:54
10. Afterlife 4:29
11. Infinity 13:12
Estaba en el festival Leyendas del Rock una noche y me encontré a Ralf Scheepers caminando tranquilamente entre los puestos de merchandise, estuve tentado a acercarme, pero después que Primal Fear había terminado su concierto imaginé que estaba deseando un momento de tranquilidad entre la multitud. Y este es un recuerdo que me viene a la mente porque ahora tenemos aquí su nuevo disco. Al parecer Magnus Karlsson se queda en Frontiers y Primal Fear se van a de nuevo a Nuclear Blast, sello que los tuvo en su plantilla años atrás. Y será por razones extra musicales, porque este disco suena bastante a Frontiers en cuanto a producción, aunque quizás son ideas mías.
Este es el disco de estudio número trece de la banda. Matt Sinner debe estar súper orgulloso de su banda y de su disco. El comenta que lo que era heavy ahora es más heavy, que lo que era épico ahora es más épico, que lo que era rápido ahora es más rápido y lo que era oscuro ahora es más oscuro. Y sin embargo yo encuentro algo que se le olvidó decir, que lo que era AOR ahora es un poquito más AOR. Y alguien querrá lanzarse a mi cuello y preguntarme, ¿qué es AOR aquí, si esto es puro power metal? Pues sí, o al menos yo lo encuentro en más de una línea vocal de alguna canción como es “Halo” o “Hear me Calling”, para nombrar solo un par.
Lo que sí está claro es que “Metal Commando” no es un disco del montón, ni siquiera un disco que está en la media de lo que hace
Primal Fear, sino que está algo por encima. Ya
“Rulebreaker” estaba bueno, con
“Apocalypse” pusieron el listón más alto aun y ahora demuestran que es posible ponerse aún más en la cima. La cima de la cima. “I’m Alive” es la pista que da inicio y no es necesario decirlo, la banda está más viva que nunca.
Lo más interesante son las líneas vocales donde hay una amplia variedad, y
Ralf Scheepers canta como siempre, poniendo toda el alma en su garganta. A ellos sumamos una colección de riffs cargados de energía, algunos más comunes, de los que hacen a la gente saltar y recordar incluso a
Helloween, pero otros más propios de la guitarra creativa de los tres miembros acreditados al instrumento en este disco,
Tom Naumann, Alex Beyrodt y
Magnus Karlsson. Los solos de “I am Alive” ya apabullan, los de “Howl of the Banshee” son maravillosos e “Infinity” está escrita, entre otras cosas, para que los tres hachas se crezcan hasta ser gigantes. Y a propósito, el disco de
Karlsson ha salido a menos de un mes de este CD bajo el título de “
We Are the Night”. ¿por qué? A veces pienso que diferentes compañías hacen esto como estrategia de mercado que me parece errónea.
Siempre me hubiera gustado que Matt Sinner tomara un papel más protagónico en su instrumento. Lo seguimos desde su propia banda, Sinner, y además toca con Voodoo Circle, Rock Meets Classic y es un productor de primera. El sexto miembro es el nuevo batería, Michael Ehré, quien ha trabajado con Unity y Gamma Ray entre otros. ¡Nada, que aquí todos se conocen de antes! Si bien el power es un estilo bastante encorsetado para un batería, el hombre lo intenta, no solo las entradas como las de “Howl of the Banshee” sino la manera en que se desenvuelve en “Afterlife” muestran a un hombre curtido en eso de apalear tambores.
Cierran con la sorprendente “Infinity” que es la pieza más larga del disco, la más larga que ha hecho la banda, y también la más épica. Una canción que estoy seguro se atreverán a tocar en directo solo si van como cabezas de cartel. Como cualquier otra banda de symphonic metal, aqui hay hasta coros, orqyestaciones, campanas y todo un ambiente semi clásico que te hará pensar que la banda está en ese momento de su vida en el que confian tanto en si mismos que hacen lo que les venga en gana.
El disco fue producido por Matt Sinner, mezclado y masterizado por Jacob Hansen en los Hansen Studios y se hicieron otras grabaciones en los Backyard Studios, Stuntguitar Music, Fear Studio y Level 10 Music. Después de tres discos en ascenso, no me atrevo a decir que este es el mejor disco de Primal Fear, sino que el mejor quizás sea el que se grabe en 2022.