Escrito por Carlos Crespo
01. Flesh And Blood
02. Surrender
03. Fate
04. Hope
05. Tragic Separation
06. Stranded
07. Land Of Sorrow
08. Silence
09. Turn Back Time
10. Curtain
La razón principal por la que me acerqué a
DGM fue que en sus filas se encontraba el productor
Simone Mularoni, un hombre que sabe sacar en sus estudios un sonido limpio sin que la fuerza se pierda. Cuatro años atrás editaron
'The Passage' y entre medias
Frontiers sacó un doble en directo titulado
'Passing Stages: Live in Milan and Atlanta' para aprovechar el tirón que estaba dando su anterior disco. Por motivos pandémicos este disco del cual hablaremos se atrasó, pero finalmente está aquí.
El grupo tiene una amplia discografía, pero indudablemente la entrada del vocalista Marco Basile en 2007 fue un momento de cambio, con una formación que sigue siendo la misma, algo de lo que adolecía el grupo antes de esa fecha. El talentoso Basile junto al guitarrista, principal compositor y productor, Mularoni, que había entrado a la banda dos años antes que el vocalista, han hecho de DGM una banda fácil e identificar de oído.
Para 'Tragic Separation' han hecho un disco conceptual de corte moderno. No el concepto relacionado con una historia a la que está atado un protagonista, sino a un concepto general donde las letras giran alrededor de las consecuencias que tienen nuestros actos y como estos nos marcan y nos hacen objeto de las consecuencias de los mismos.
Nos toma por sorpresa la pista inicial, “Flesh And Blood”, con una introducción instrumental algo extensa y una muestra de poder y virtuosismo que nos hace pensar que va a ser difícil de superar, mucho más cuando “Surrender” es como una pieza de AOR con adornos Prog, aunque esto no la hace una pieza menor, sino que el solo de Mularoni nos suena como si el maestro nos diera cogorzas por doquier. Para “Fate” Mark Basile sigue con su estilo vocal impecable y algo más de energía hard rockera, hasta llegar a “Hope” que es una pieza que nos recordará alguna etapa pasada de Dream Theater, un grupo que ha marcado a DGM, aunque estos han sabido crear su propia línea.
Al llegar a “Tragic Separation” comienzo a dudar si las intenciones de la pista anterior más que una influencia fue hacerle un homenaje a DT, y lo pienso porque indudablemente esta pieza tiene un inicio muy Kansas, aunque posteriormente se regrese al estilo DGM, sobretodo porque los timbres vocales de Basile y Steve Walsh son muy diferentes y esta canción tiene una modernidad que Kansas ha asumido, aunque manteniendo su sabor setentero. El duelo de teclados y guitarras es intenso y es entonces donde me doy cuenta que el maravilloso batería Fabio Costantino no tiene ese concepto de la síncopa que hay en Phil Ehart, aunque la entrada de “Stranded” muestra que no siempre es necesario atrasar o adelantar el compás para ser una bestia tras los tambores, algo que aquí hace muy bien. Pura energía, intensidad y velocidad. En todas las piezas se han cuidado los arreglos vocales, pero hay algunas que sobresalen por su elegancia como la primera pista y esta.
“Land of Sorrow” contrasta la fuerte entrada con la suave línea vocal de Basile, predominante durante toda la canción. Compleja es la entrada de “Silence” donde Costantino se suelta mucho más en una pieza que tiene influencias claras de Symphony X, otra de las bandas de las que DGM es devota, sumado el estilo coral propio. Pensamos que “Turn Back Time” le volvería a dar a Emanuele Casali un momento de gloria, pero es solo en los primeros momentos. A partir del enredado riff de guitarra Casali mantiene los teclados como tranquilo mar de fondo sobre los que se desliza el resto de los músicos. Una pieza excesiva en demostración de fuerza y calidad.
El cierre es “Curtain” un instrumental que te hace pensar que se cierran las cortinas manteniendo un sonido de reloj. En algunas ediciones suman una versión orquestal de “Land of Sorrow” que pierde la dinámica introducción, pero agrega misterio a través de las cuerdas dándole un giro total a la composición, que mantiene solo la línea vocal intacta. Un magnífico arreglo. Un disco totalmente exquisito, de principio a fin.