Escrito por Tony González
01. Tyranny of the King 4:29
02. Cool Down 4:34
03. Water in the Sky 5:11
04. Universal Peace 4:24
05. People of Gaia (feat. Johanna Boes) 4:55
06. Seven 4:04
07. Defeated 4:55
08. Holy Water 4:41
09. Hammer Island 5:10
10. Farewell 3:47
Conocimos a esta banda gracias a
Carlos Fernández, Jefe del
Club de Adictos a Deep Purple y director de la revista
Hush, la única revista impresa hecha por un club de fans de
Deep Purple en este mundo. Él a su vez, los conoció por una reseña escrita en
Rockliquias Radio, que leímos con interés.
Este es el segundo disco de la banda, primero que entra en nuestra redacción y esperamos que los próximos también podamos escucharlos. Se trata de una formación con un espíritu setentero muy intenso. Una joya para los amantes del rock clásico que te vamos a desgranar tema a tema.
Ellos han escogido “Tyranny of the King” como video, la canción que abre, donde ya descubres un amor intenso por Deep Purple y un vocalista y guitarrista Fredrik Eriksson, con un ligero timbre similar al de Coverdale de mitad de los setenta. La canción bebe también de Rainbow y los timbres de Hammond de Anders Olsson acarician nuestros oídos mientras el batería Johan Strende toca al más puro estilo clásico: nada de seguir el ritmo disciplinadamente, no, ¡a desmadrarse mientras se pueda! Para seguir el ritmo está la fuerza del bajo de Fredric Danielsson que sí se escucha. “Cool Down” también tiene sus aires púrpuras, pero no será esta la única banda cuyo estudio se evidencia en el disco. A destacar además el trabajo vocal, con unos coros de corte clásico muy atractivos, que por momentos recuerdan a Uriah Heep.
Es precisamente “Water in the Sky” quien nos recuerda abiertamente a unos Heep de la última década. Aquí la música bebe del rock clásico, pero no es vintage, como tampoco lo son las letras. “Universal Peace” siempre fue un reclamo que para los aún vivos nos recuerda la utopía del movimiento hippie, pero aquí la letra tiene un toque más actual. Recuerdo la entrevista que hicimos a
Francesco Dalla Riva, de Blind Golem, donde decía que los fans de
Uriah Heep también lo eran de Deep Purple y viceversa, y este disco es un ejemplo.
Si pensabas que todo estaba dicho y la banda bien definida, te asombraras de esa entrada de “People of Gaia”, heredera de “Breathe” de Pink Floyd, cantada en el doloroso estilo del blues y con una sensual voz femenina incluida. Una canción perfecta, con solo de teclado que en directo servirá para improvisar. Volviendo a los instrumentos, el quinto miembro de la banda es el guitarrista John Thomas, con un trabajo discreto, ya que Atomic Love Reactor no es el tipo de grupo de riff-coro-riff-solo-coro-solo, sino que alterna las estructuras básicas de la canción.
“Seven”, que es la sexta canción, comienza con un coro a lo Uriah Heep y tiene el ritmo acelerado de los setenta. Lo del coro no es anecdótico, el trabajo coral aquí es impresionante y tiene un trabajo armónico muy moderno. Es quizás está la pieza más moderna dentro del fonograma junto a los detalles de “Defeated” que mezcla modernidad y clasicismo rockero. Aquí nos damos cuenta de que, independientemente de las influencias vocales de Fredrik Eriksson, es un magnífico cantante con una técnica espectacular, mientras escuchamos el solo discreto de John Thomas.
La mayoría de las canciones están en un tiempo medio-lento. Es el caso de “Holy Water”, donde vuelve a respirarse el aroma de Pink Floyd por momentos, aunque Eriksson, sin que haya ofensa en ello, tiene mejor técnica vocal. Tanto esta pieza como “Hammer Island” serán catalogadas por algunos como progresivas, pero no. Una canción pesada y densa de la que sobresale una vez más el trabajo vocal y coral. Cierran con “Farewell” donde una vez más el trabajo armónico viste a una pieza aparentemente sencilla, de belleza bucólica y ancestral.
Una banda maravillosa, unos músicos impresionantes, y un trabajo vocal de 100.