Nuestro colaborador Raúl Cardona nos envía el disco de los mexicanos Mantis Atea y nos pide que escribamos una reseña. Por lo general, publicamos reseñas del año en curso y quizás alguna del anterior. En este caso, es un disco de 2020, pero no podemos negarnos a la solicitud de nuestro laborioso amigo.
El disco sale con Luna Negra, sello que siempre recordaré vinculado al periodista e investigador musical Humberto Manduley, quien ha escrito interesantes libros sobre el rock en Cuba, destacando, “Hierba Mala: Una historia del rock en Cuba” y “Parche: Enciclopedia del rock en Cuba”. No porque él sea dueño del sello, sino que fue gracias a Humberto que conocimos acerca de algunos de los lanzamientos del mismo, incluyendo el de bandas cubanas.
Volviendo a “Buenavista”, se trata de un disco que podríamos definir como rock progresivo, pero no a la manera de Yes o incluso Dream Theater. La pista número ocho, “Quiero ser tu amigo, John Zorn” te indica claramente el tipo de música que aquí puedes encontrar. Si aún esto no te da pistas, entonces yo te contaré. Personalmente, lo definiría más como un proyecto de avantgarde, aunque las etiquetas de prog rock y hasta la de jazz rock también se ajustan a su música. Me imagino a uno de los músicos leyendo este párrafo y sintiendo que no es lo que ellos quieren, porque lo que hacen no tiene etiquetas.
La música es instrumental y todos los temas fueron compuestos por Felipe Muñoz, excepto “Leví”, que fue compuesta por Isaac Villagómez, y “Zicatatak” que fue compuesta por Daniel Chavez. En la música, predomina la guitarra, usada de formas diferentes, pero el resto de la banda provoca el equilibrio y destaca “Songo Raro”, una composición que jamás pensé que alguien escribiría fuera de Cuba, donde la sección rítmica de Isaac y Manuel Arevalo es la protagonista, aunque la guitarra hable por encima de ellas.
El toque latino se repite varias veces más, algo inesperado teniendo en cuenta como comenzó el fonograma. Está “Zicatatak”, que lidera un extenso solo de corte asantanado, también está presente en la ya mencionada, “Quiero ser tu amigo, John Zorn”, en “Tecomán”, que por la manera de llevar el bajo por parte de Daniel Chávez, recuerda a una banda cubana inexistente hace décadas que se llamaba Cuarto Espacio. Los ritmos africanos regresan con “Ngongo” equilibrando el fonograma que se divide claramente en dos corrientes, la más rítmica, usando elementos percutivos africanos y caribeños, y la más sedada, -podríamos decir-, que busca la tranquilidad del alma.
Las composiciones son cálidas y provocan buenas vibraciones. La banda no está interesada en la estridencia implícita, sino en el diálogo, y hay más de una composición en la que sientes el arrullo de la música, como si tu familiar más cercano te hablara con cariño. La más cercana a esta descripción es “Carácter”, y siento que “Leví” quizás no debió ir a continuación, porque es como si el tema de conversación cambiara a otro algo más desolador. Aun así, seguro que tiene su sentido.
La banda de Queretaro debe ser una de las menos populares de la zona, pero sí de las mejores si hablamos de música. La suya no es para audiencias masivas, sino para melómanos de los que siempre han buscado más allá del estribillo. Ha sido Felipe Muñoz quien ha grabado, mezclado y masterizado el disco, y en su Bandcamp también puedes encontrar un directo grabado en La Habana.
Line Up:
Felipe Muñoz - guitarra
Daniel Chavez - bajo
Isaac Villagómez - batería
Manuel Arévalo - Percusión
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Más Info:
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