Sube un Escalon © 2014

Tracklisting:
1.Intro
2.160 MSMR
3.Cuando sale el sol
4.Fuerza
5.Muerte
6.La familia
7.Círculo vicioso
8.Sahara
9.Menos llantos y más pan
10.Ladrones
11.Outro

Puro thrash de estilo moderno es lo que nos encontramos en este disco de Akasha la banda de Nueva Carteya, Córdoba, con poco más de diez años de formados.

Desde el primero momento ya escuchamos que no habrá tibieza en los textos. En “160 MSMR” a alguien le van a meter algo “por el puto culo” y no será la única lindeza que escucharemos mientras van pasando las canciones. Directos y sin pelos en la lengua.

Los chicos se han definido como Thrash/Metal agrícola, música “embrutesia” para jornaleros de la campiña hasta llegar al resto del mundo. Realmente no hay mucho embrutecimiento en cuanto a las formas de expresión lírica, a excepción del lenguaje de adultos. Y la música tiene una gran variedad de ritmos, aunque es manteniendo esos principios del thrash metal: guitarras afiladas y voces rasposas sin llegar a ser guturales.

Como han tenido la desgracia de que hay por ahí varias bandas que se llaman Akasha, ellos en su facebook que veras debajo se han puesto también el nombre de su pueblo.

Después de varias maquetas al fin después de doce años han grabado un primer disco. La espera no sé si habrá valido la pena para la banda pero nosotros encontramos un disco maduro en su concepción y directo.

Todos los músicos tienen un buen desempeño, pero quisiera destacar el trabajo bien apreciable del baterista Rubén, quien se sale de los clichés y continuamente está intentando dar riqueza al ritmo. Muy buen músico. "Menos llanto y más pan" es uno de los temas donde usa cencerro y un contratiempo muy a tono con la cancion. Junto a él completa la sección rítmica el bajista Rueda, que tiene su momento en “Circulo Vicioso”.

Las seis cuerdas son dos chicos, Antonio Ruiz y Arturo. Si bien los solos están muy bien, es la estructura de los riffs lo que hace fuerte a esta banda, con un sentido del ritmo muy acompasado, algo que también se hace sentir en las guitarras. Un ejemplo evidente está en “Sahara”, riffs modernos que se salen incluso de la clasificación de thrash, o en la más clásica desde el punto de vista de las guitarras, "Ladrones".

La cara frontal de los embrutesios es el vocalista Santo. Si bien mantiene un timbre similar en todos los temas, hay detalles, como en “Fuerza”, que cambia ligeramente dando otro aire a la canción. Los estribillos son trabajados de manera sencilla, para que no se te olviden.

Algún efectillo también alegra la escucha, como esa entrada a batería y guitarras de “La familia”, canción de poco respiro y momentos guturales a cargo de Santo, o el cierre con ciertos toques andaluces.

El disco fue grabado en los Jotun Studio de Sevilla con Leo Peña.  Una obra muy disfrutable que ahora lo que necesita es que la banda salga a defenderla. Madera hay.

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