Nightmare Records © 2014

01.    The Source (Disc 1)
02.    Pale Horse (Disc 1)
03.    The Waltz of Death (Disc 1)
04.    New Day (Disc 1)
05.    Tears and Blood (Disc 1)
06.    Resistance (Disc 1)
07.    Welcome to America (Disc 1)
08.    Eleanor Rigby (Disc 1) Bonus Song
09.    Angel (Disc 2)
10.    Human Device (Disc 2)
11.    The End of All Things (Disc 2)
12.    War Dream (Disc 2)
13.    Immigrant Song (Disc 2) Bonus Song

Después de seis años de silencio regresa Dimension con un nuevo disco.  Sabemos que ha sido mucho tiempo y posiblemente muy pocos de los que lean esta reseña recuerden a la banda, algo lógico por demás teniendo en cuenta que aunque son muy buenos músicos la popularidad no los persigue y ellos tampoco la buscan al parecer.

Dimension continúan siendo un power trío. Una formación que se inspira en bandas como Cream, Triumph o Santers, aunque escuchando la música, la influencia más directa es indudablemente la de Rush.

La música es lo más compleja que puedan hacer tres personas con guitarra, bajo y batería, aunque hay algo de teclados aparentemente no declarados pero audibles. Es un doble álbum con composiciones propias y un par de bonus que son peculiares versiones de dos bandas que han influenciado a todo melómano viviente: The Beatles (“Eleanor Rigby”) y Led Zeppelin (“Inmigrant Song”).

Si bien cada canción te puede volar la cabeza y dejarte pensando cómo es posible que unos seres humanos logren esta complejidad, canciones como “Human Device” son especialmente laberínticas en sus escasos cinco minutos. Es de las bandas que hacen una canción con estructuras que a otros les da para un disco completo.

“Pale Horse” es una carrera desenfrenada de heavy metal con tintes progresivos. Las letras son irreverentes enfocadas a disimiles temas como la política, la religión, la guerra, las drogas y la condición humana. Poco dados a la fantasía en sus textos, mientras las letras recuerdan a bandas como Rage Against the Machine, la música evidencia influencias del metal clásico (“Resistance” es puro Deep Purple en mas de un momento) y también de algunas bandas más “jóvenes” como Dream Theater (escuchen “The End of All Things”y “The Waltz of Death”), Periphery (“Tears and Blood”) o Evergrey.

 La banda es de Denver, Colorado, y aun así, no hay nada de country ni rock sureño ni nada similar, esto es puro metal prog. El hecho de que saquen disco a cada lustro tira mucho para atrás.

Otro elemento que flojea un poco en el disco es la presencia de la voz. Además de no ser una voz de cantante, entrenada como tal, tiene un timbre bastante peculiar(lo cual no es óbice para criticar al grupo en sí, pero la suma de factores también lo hace perjudicial) y por si fuera poco, está algo enterrada en la producción.

Pero en definitiva en un disco disfrutable, sobretodo si eres amantes de los buenos músicos y el metal progresivo. Habrá que esperar otros cinco años como mínimo, y ni sombra de que los veamos en directo algún día a menos que estemos cerca de Denver.

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