Pride and Joy Music / Germusica PR © 2016

Track list:
1. Days That Never Came,
2. Magic Mirror Spirits,
3. SuperFi Yourself,
4. In A White Light,
5. Soulshine,
6. Amaze My Mind,
7. Jupiter’s Dreams,
8. River Of Disillusion,
9. All This Time

Cuando comienzo a escuchar “Days That Never Came” me siento como si esta banda fuera la más clara interpretación de como Jeff Lynne y la ELO concebían el rock por allá por 1977. Lo mismo con “Magic Mirror Spirits” pero descubro también que The Beatles están presentes, y lo están para bien. Entonces entra el solo de esta canción y me doy cuenta que es como si todo se mezclara con la concepción de la guitarra según Jimmy Page.
 
Otra banda sueca, ¡cojones! Habrá que irse a Suecia a ver si es el clima el que hace a los músicos tan buenos y creativos. Ya me imagino que cuando anochece a las 4 de la tarde es mejor dedicarse a la música, ya que tienes que estar metido en casa muchas horas. Y la música nunca aburre.

JJ Marsh y Thomas Broman vienen juntos de haber tocado primero con la banda de Glenn Hughes, (evidentes influencias del estilo hard rockero de Hughes en “SuperFi Yourself”) y luego siguieron en el Hughes Turner Project. Marsh en total ha grabado nueve discos con Glenn Hughes y el Hughes Turner Project y le ha escrito canciones a Hughes. No es de extrañar que aquí suene similar.

Thomas Broman también ha trabajado con Great King Rat, Electric Boys, Send No Flowers, John Norum, Silver Ginger 5, Firebird, Humanimal, Conny Bloom y Michael Schenker.

Bridge to Mars se fundó en el 2013 completándolo con el bajista Robert Hansen, quien sigue compartiendo habilidades con su otra banda, Beardfish y otros proyectos.

Al final, el resultado es un disco psicodélico y lisérgico, con muchas influencias sobretodo de Led Zeppelin y Glenn Hughes en sus momentos más hard rockeros. Hay canciones, como “Soulshine” que recuerdan como sería un directo de Trapeze en los primeros setenta. Incluso y no se bien porque, siento que hay un ligero toque de Tommy Bolin en algunas canciones.

Y en todo esto, hay un toque ELO en sus primeros cinco discos, que vuelve a aparecer en “Amaze My Mind”. Todo esto es una locura.

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