Inside Out Music

Tracklisting:
1. From The Rooftops
2. Seven Stars
3. SOS
4. The Light And Shade Of Things
5. White Flag
6. Like Stars Our Eyes Have Seen
7. The Ghosts Of Home
8. Theories Of Flight

Han pasado cuatro largos años para los fans de Fates Warning, desde que el excelente "Darkness in a Different Light" (2013) salió a la luz. La espera ha sido larga, pero finalmente en unos pocos días saldrá al mercado este nuevo "Theories Of Flight". ¿Qué nos traen ahora estos pioneros del metal progresivo? ¿Sabrán cautivarnos una vez más? Veamos:

El nuevo disco en su edición básica contiene solo ocho temas. "From The Rooftops" abre con los habituales dejos vocales de Ray Alder, un poco melancólicos, pero de repente se vuelve urgente, rayana en lo agresivo, con rítmicas bien cañeras y acordes cortantes, lo cual se mantiene a todo lo largo de sus casi siete minutos de duración. Como tema abridor no sé si sea muy eficaz, dada su extensión, pero sí creo que logra de todas maneras captar la atención del oyente y configurar sus expectativas.

Es así como llega "Seven Stars", que parece un tema salido del "Inside Out" o del "Parallels". Yo personalmente la hubiese utilizado para abrir, pues esto sí es puro Fates Warning: letra muy inteligente y música pegajosa, con esas influencias de Rush de las cuales ellos saben apropiarse tan bien, añadiéndoles su propio sello; y con esa progresividad subyacente, sutil, y que a la vez no descuida el lado comercial. ¡Muy bien!

Terminada así la segunda pista, el tono del álbum ya está dado. Las canciones que se suceden a partir de aquí, bastante intensas para los estándares de la banda, comienzan entonces a recorrer todo el espectro estilístico de los Fates, desde lo reflexivo o introspectivo hasta lo desfachatadamente metal.

Por ejemplo, "SOS" tiene ese riffeo proto-djent que probablemente fue invención de Matheos cuando los Meshuggah no soñaban ni con existir. Luego de eso viene "Like Stars Our Eyes Have Seen", que recuerda un poco a Queensrÿche, dadas las guitarras paseándose por todas las intensidades posibles: riffs ultra-rápidos, arpegios resonantes, acordes abiertos que "cuelgan", variaciones armónicas audaces... ¡Sin dudas uno de los mejores temas del disco!

Otro a destacar es "White Flag". Quizás sea la más agresiva de todas. Es interesante los solos contrastantes que contiene. Uno pensaría que en las guitarras está Frank Aresti dialogando con Jim Matheos, aunque no lo veo en los créditos por ninguna parte. Aresti, cuyos solos más técnicos le dan un color extra a la música del grupo, está ausente esta vez y desconozco qué pasó con él, pero al menos en esta canción no lo extraño. Alguien aquí (¿Matheos?) saca los dientes y "dispara" a lo shred, sonando muy parecido a Aresti y complementando perfectamente los solos más melódicos y conceptuales del otro guitarrista (que definitivamente sí es Matheos).

El disco también hace honor a la tendencia natural de la banda de explorar las zonas más grisáceas del metal, como por ejemplo en la cerradora "Theories Of Light", cuya introducción y tercio final me recuerdan a "Lost Reflections" de Crimson Glory. Esos momentos más tranquilos, como remansos de paz en medio de las tormentas, se presentan igualmente en las extensas "The Light And Shade Of Things" and "The Ghosts Of Home". Estos tres temas que acabo de mencionar, aunque con muchos matices, por suerte también contienen partes más activas, que le dan un poco más de carácter a sus fuertes cargas emotivas.

En resumen, la música en este nuevo álbum no carece de lustre, ni de intensidad, ni de emoción. La producción es cristalina; la ejecución, impecable, y las composiciones son muy dinámicas y definitivamente con bastante metal en ellas. La voz de Alder, aunque algo tristona y con melodías llenas de lamentos (como suele ser con él, excepto en Redemption), no suena ni nu-metal ni metalcore, lo cual está muy bien. Solos expresivos y riffs interesantes de Jim Matheos, el bajo muy presente de Joey Vera y una batería intensísima en manos de Bobby Jarzombek, le dan un toque de excelencia a esta entrega, que de verdad no decepciona. No creo sin embargo que como obra sea esencial en el catálogo de los Fates. No obstante, sí se trata de un disco muy bueno, bien producido, bien tocado y bien concebido, que todo fan del progresivo o del grupo apreciará y que vale la pena escuchar una vez... o dos. En fin, excelente trabajo, aunque no sea innovador. ¡Cuatro estrellas sobre cinco!

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