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Tracklist:

1. Square One (7’40)
2. Lost (5’16)
3. Peace Of Mind (9’25)
4. Pathfinder (5’40)
5. Leaving The World Behind (5’45)
6. On The Horizon (5’34)
7. Zenith (6’15)
8. Closer To The Sun (9’02)

El pasado mes de septiembre Jonas Lindberg sacó su primer disco completo junto a The Other Side. Pathfinder es la continuación del EP del 2013, The Other Side.

Comparando ambas grabaciones, aquí la banda se muestra más fuerte y más orientada al rock que en el Ep. Y está bien, porque aun así, el sonido es mayormente el del rock progresivo de toda la vida, pero lo que lo hace diferente es que por momentos la mezcla de progresivo es con AOR más que cualquier otro estilo. Esta es la primera idea que me viene a la mente cuando escuchamos la pista inicial, “Square One”.

Al continuar escuchando, descubrimos que también hay cierta orientación hacia el sonido de bandas como The Flower Kings y Spock’s Beard.  Jonas Lindberg, quien compone las canciones, también cita a Pink Floyd y Sting como influencias importantes del sonido de la banda, y es cuando caemos que sí, que incluso para canciones como “Lost“, ha buscado a un vocalista con un timbre similar al Sting adulto (aunque con más fuelle pulmonar). Incluso los primeros versos de “Peace Of Mind” parecen cantados por el ex de The Police.

El papel decisivo en este disco lo tienen las voces. Digo voces en plural pero no esperen grandilocuentes coros. Hay una coralidad justa y muy bien enmarcada en momentos puntuales, pero son las voces alternadas de Jonas Sundqvist, a quienes apoyan Jenny Sandgren y hasta el propio Jonas Lindberg los que dan del disco una gran variedad de matices. Luego están los teclados aportando texturas, fondos y arreglos, más las guitarras.

Aprecio además como una virtud, que siendo Jonas Lindberg un guitarrista de primera línea, no abuse de los solos de guitarra, prefiriendo primar la composición por encima del virtuosismo. Un momento cumbre de la guitarra lo encuentro en "Zenith" donde Lindberg nos recuerda al Pat Metheny más conocido.

La espectacular “Piece of Mind”, parece una canción compuesta por capas. Tanto las partes instrumentales como las vocales están insertadas con la maestría del estudioso.  Aquí todo viene milimétricamente, incluso la percusión menor.  Y será también algo que está presente en todo el disco. Si bien hay momentos para el reposo del alma, como es la sensible “Leaving The World Behind” que es como si el prog de los setenta hubiera tomado ideas a The Beach Boys y otros grupos corales, lo que predomina es el virtuosismo compositivo que a veces me resulta algo frio.

No obstante, el disco está muy bien hecho, las composiciones están cargadas de variaciones, y las voces tienen un corazón inmenso. 

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