Tracklisting:
001. Hands Of Time (04:49)
02. We Defy (03:52)
03. Ode To Leonidas (05:59)
04. Back On The Throne (04:03)
05. Live And Die By The Sword (06:12)
06. Wars Of Ages (04:05)
07. Lady Of 1000 Sorrows (04:42)
08. Immortals (01:57)
09. Warriors And Saints (04:08)
10. Rise From The Ashes (04:30)
La formación griega de power metal Firewind ha ido cobrando relevancia progresivamente desde que su guitarrista Gus G. se alistara en las filas de Ozzy Osbourne. Lejos de arrinconar a su banda original, retoma la actividad con sus compañeros en un disco cargado de buenas composiciones y melodías.
Gus G. se encuentra escoltado de un vocalista de renombre como es Henning Basse (Metalium), los griegos Petros Christodoulidis, Bob Katsionis y el joven batería belga Johan Nunez. Una formación compacta y competente, como han demostrado componiendo un álbum repleto de riffs contundentes, melodías enrevesadas y coros ampulosos que capturan al oyente desde el primer minuto. Inciden en sus raíces, esgrimiendo temas cuya base conceptual procede de la batalla de Termópilas producida en la segunda guerra médica, donde una alianza entre Esparta y Atenas intentó detener la invasión del Imperio Persa. Otras bandas como Sabaton también han recurrido ya previamente a esta temática.
Inician con decisión su nuevo plástico. “Hands of Time” ejerce de carta de presentación, un corte veloz, con poderosos riffs y desprendiendo frescura. La intensidad viene marcada de mano de Gus G, mostrando su papel de guía todo el rato. No bajan un ápice la potencia con “We Defy” una línea rítmica muy marcada y algo repetitiva para un corte menos jaranero que su predecesor, pero que igualmente contiene unas líneas de guitarra muy elaboradas. En “Ode to Leonidas” se explayan extensamente, incluyendo una introducción que presenta una canción que tiene un carácter más clásico y menos almibarado. Además se exhiben aportando algunos momentos de excelencia musical como el corte “Live and Die By the Sword”, una de las mejores del disco. No faltara la balada de rigor, interpretada con mucha delicadeza “Lady of 1000 sorrows” donde su cantante Henning Basse sobresale, poniéndole mucho sentimiento. Reservan para la recta final uno de sus cortes más cañeros “Warriors and Saints”, obligando a moverse al personal más apalancado. El cierre “Rise from the Ashes” es quizás algo plano para rematar, aunque mantiene el nivel compositivo.
El power metal recupera aliento de mano de un lanzamiento que ofrece temas elegantemente compuestos y son ejecutados con máxima brillantez y maestría. Un revulsivo que se antojaba necesario.
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