Música para el fin del Mundo llegó a Madrid
Romanthica llegaba a Madrid a presentar su más reciente disco, Músicas para el fin del Mundo, que ha resultado ser todo un paso hacia adelante en relación con su anterior disco, el directo MMXVII. Se presentaron como cuarteto ante el accidente que sufrió su bajista, Juan Carlos Herraiz. La hora del concierto aparecía como las 9.30 horas.
Al llegar y recibir mi entrada, me di cuenta que también estaban las bandas Nomad y Neverend. Por desconocimiento me perdí la actuación de esta última, pero al menos pude ver a Nomad en acción. Un trio de Madrid que algunos encasillan dentro del grunge, pero que en directo mostró un apego por el blues más enérgico de manera intensa, llegando a las cotas de cualquiera de los power trios de los años sesenta.
Venían a presentar su disco Choice (2018) del cual tocaron cinco canciones, siendo las otras cuatro desconocidas para mí. Entraba en el momento en que atacaron con “Psycho” ante una sala en la que había bastante público, (a mí me tocó la entrada 231), que sabía que la banda tiene cosas interesantes que decir.
“A Name” comenzó a demostrarme que en directo suenan mucho más agresivos, incluso piezas algo más depresivas como “Breath” y “Lu”, sonaron como si los músicos tuvieran los nervios tensados por la energía. La banda presentaba los temas mientras se divertían con su propio concierto.
Quedamos asombrados con la fuerza de “Belong” y “No One”, y el tiempo iba pasando como un suspiro cuando cerraron con lo que para mí fue su mejor momento, “Outraged”. La banda tocó como si el averno los estuviera esperando y este fuera su último momento sobre la tierra.
El guitarrista Jaime de la Hidalga tiene una voz llena de matices que nos dejó apabullados mientras que sus compañeros, Carlos P. y Pablo Hunerberg casi parecía que se enfrentaban entre sí. Si la propuesta de ambas bandas no fuera tan diferente, diríamos que Nomad se lo puso difícil a los que vendrían atrás. Nos quedamos gratamente impresionados y esperamos que el grupo vuele muy pronto.
Luego de una “Intro” que preparó a la audiencia para la entrada de los músicos, el primero en aparecer fue el joven batería Erni Roca, que entró apresurado y me confundió pensando que era un roadie repasando algo. Luego entraron los guitarristas Rubén y Sergi cerrando David Gohe. La banda comenzó con la contundente “Esta Oscuridad” y nos tomó un tiempo darnos cuenta de la ausencia del bajo, y no precisamente porque se hiciera sentir en la música.
Comenzar justamente con esta pieza ya puso toda la carne en el asador. David Gohe tiene un aire místico, es como si un vampiro hubiera conocido la afición de Lestat por el rock. Teatral, expresivo y fantasioso, pero jamás separado del público a quien agradeció en innumerables momentos incluyendo a la responsable del su Club de Fans España.
Magníficas canciones, no solo las del disco del 2018. La banda fue avanzando poco a poco, logrando momentos de expectación e intensidad con piezas como “Muriel”. Hay quien le gusta y hay a quien le disgusta si decimos el recurso manido de que “las primeras filas estaban llenas de chicas”. Pues no te molestes. Es evidente que Romanthica tiene un toque femenino en su proyección, y esta noche había chicas desde las primeras hasta las últimas filas, muchas, y muy alegres, cantando las canciones. También había chicos, por supuesto, pero mucho menos atractivos, qué se le va a hacer.
Otra pieza impactante fue “El Cuento del Sol y la Luna”. Salvando las distancias, hay algo de Héroes del Silencio en Romanthica, pero también hay momentos de ensueño que David se encargó de desarrollar. Luego de varias canciones tuvo que abandonar su chaqueta, pues aunque no hacía calor, la intensidad del concierto tenía a los músicos empapados en sudor.
Aun las composiciones que no conocía por estar fuera de su más reciente CD sonaron muy armónicas con relación a este. Del mismo llegaron a presentar diez de las once piezas. Esos momentos en los que fueron tocando “Estrella Fugaz”, “El Vientre del Huracán”, “Dos Corazones” y “Efimero” fueron sencillamente maravillosos.
David se retiró para regresar con gorro, chaqueta negra y lo que me pareció era una camiseta con el anterior logo de la banda. Luego de tocar “Al Final” la banda se retiró para el falso bis.
Este llegó con “Mercurio” ¡vaya que clase de canción!. ¡Intensa!. La despedida llegaba finalmente con la canción título del disco, “Músicas Para el Fin del Mundo”, no sin antes anunciar que al final del concierto estaría la banda al completo en el stand del merchandising para firmar y hacerse fotos. Efectivamente, la despedida fue apoteósica y el hecho de que David se retirara y dejara a los músicos tocando el final de la pieza tuvo un componente teatral de amplio impacto. Al igual que Nomad, Romanthica en directo ofrece mucho más, y es esa la magia de la música en vivo.
Terminó el concierto y pensaba que la banda se secaría el sudor antes de ver a los fans. ¡Nada de eso!. Allí estaban de inmediato trasmitiendo todo su calor. Cuando salí de la Sala Cool Stage, la cola para saludar a los músicos y recibir su atención era aún grande, mientras el chico de seguridad se las veía negras para poder sacar a la gente. De seguro la sala continuaría abierta a la noche madrileña. Muchas gracias a Rock Estatal por la invitación al concierto.