Octava edición del Mulafest al que se unía la tercera del Garage Sound Fest. Festival de Tendencias Urbanas junto al evento del hard rock y el motor. El segundo ahora en IFEMA, hogar del primero. Una buena unión, aunque al principio dudamos. Muchas gracias a Mar Gil Alvárez de RENZO y a Jorge Villar del Garage Sound Fest por sus atenciones durante el evento.
El plato fuerte del viernes lo aportaron Sinkope y Mago de Oz pero por razones laborales nos lo perdimos. El sábado llegamos a tiempo para disfrutar de Aaron Buchanan and the Cult Classics, banda que desconocíamos y nos trajo un sonido agradable. Ellos se definen como rock con algunas influencias del grunge, y Aaron tiene una voz muy agradable. Su directo me dejó un buen sabor de boca. A la fotógrafa de Mariskal Rock le llamaba la atención la escasa asistencia, algo que siempre ha sido característico del Garage, aunque este año hubo mucho más público que en las ediciones anteriores.
Continuaba el guitarrista Jared James Nichols quien dio un concierto vibrante y emotivo. En poco más de una hora arrasó con sus composiciones entre las que destaco una nueva pieza titulado “Nails in my Coffin”, pero también tocó parte de su viejo arsenal como “Baby Can You Feel It” que el público coreó a gusto. En varias ocasiones el músico nos invitó a que los conociéramos personalmente una vez finalizado el concierto: “discos, camisetas, CD’s, fotos…allí” y señalaba el stand de merchan. Muy agradable concierto.
A continuación llegaba el momento de La Fuga. Una propuesta cuyo perfil se ajustó más al de Mula Fest que al del Garaje Sound. El público crecía y la banda ofreció un magnífico concierto, descargando todos sus éxitos. La fotógrafa de Mariskal Rock me comentó que su vocalista se había ido para hacer carrera en solitario. Y yo me pensaba que me estaba dando la última noticia, pero resulta que me hablaba de Rulo, quien se había ido de la banda hace nada menos que diez años.
El grupo no solo tocó canciones de “Mas de Cien Amaneceres” y “Raíces” sino que también abordó algunos de sus primero temas como ya pasaba con su directo “No Molestar”. De hecho, aunque casi podemos asegurar que esta era su primera presentación en grande del 2019, no han parado de tocar en directo y en su web, http://lafuga.net/ está toda su gira de este año.
Esperando por Tarque nos acercamos al personal de Alegría MkUp quienes estaban en pleno proceso de bodypainting. Hablamos con ellas en varios momentos ambos días. Aquí les dejamos algunas de las fotos. Recomendamos en Centro que no es solo para que te hagan un body painting, sino también todo tipo de maquillaje, peluquería y caracterizaciones varias.
También resultó una sorpresa el escenario de dibujo en realidad virtual ‘Creative Communion Cube’, que se convirtió en uno de los puntos más llamativos del festival, uniendo música, trazos y 3D en una instalación sin precedentes, y que pudimos probar personalmente.
Que Tarque fuera el vocalista de M-Clan no aseguraba que su propuesta en solitario fuera relevante. Nos encaminados al concierto con dudas que pronto se disiparon con la energía de la música. Intenso concierto donde el vocalista tocó canciones de este proyecto y alguna que otra de su banda anterior, una de ellas la pegadiza “Calle sin Luz” que realmente encaja muy bien con el material nuevo, como “Electroshock”.
En la guitarra estaba Carlos Raya quien demostró ser el afamado guitarrista que todos conocemos. No solo en la presencia de algún que otro riff con regusto a AC DC sino por los solos acerados y precisos. Grandioso músico.
La noche la cerraba Sober. Fue una sorpresa mientras esperábamos ver a Carlos Escobedo subir al escenario sobre una de las motos custom que se exhibían. Ante un auditorio casi completo la banda desplegó todo su carisma y arsenal, soltando un grupo de canciones que, como “Blancanieves”, ya serán canciones para toda la vida.
Una agradable sorpresa fue casi al cierre cuando la banda invitó a subir al escenario a Tarque, La Fuga y Kutxi Romero de Marea junto a algunas de las motos participantes en la exposición, cerrando de manera brillante los conciertos de esa jornada.
Una de las mejores propuestas extra musicales fue la colaboración de la DGT, uno de los patrocinadores del evento quienes montaron una pista para probarlos nuevos patinetes que llenan Madrid en estos momentos. Un circuito de 700m2 permitió practicar a muchos que como yo, pensamos que nos vamos a caer en cualquier esquina. Si quieres leer lo que ocurrió el domingo, clic aquí.