Polideportivo de Villena, Alicante. Viernes 9 de agosto
El cansancio físico, que no el deseo de seguir escuchando buena música, ya estaba haciendo mella en muchos de los asistentes, a lo que se suma el calor extremo que ese fin de semana hubo en toda España, incluyendo Villena. Entre los compañeros de prensa había un fotógrafo norteamericano llamado Román, el cual me preguntaba si es que el festival se estaba haciendo en un desierto, lo cual me dio mucha gracia. En cuanto a la parte extramusical, contaros que los baños han mejorado muchísimo con una limpieza constante que espero todos los asistentes hayan agradecido. La comida y bebida también han subido de precio con la misma calidad, algo que tarde o temprano iba a suceder. También el precio de las entradas ha subido, por miles de razones, entre ellas el hecho de que el precio de los viajes se ha incrementado y a todas las bandas que asisten al festival se les debe garantizar viaje de ida y regreso y hospedaje.
La primera banda que pudimos apreciar fue Tarot. Sentía mucha curiosidad por ver a Marko Hietala al frente de un grupo. La organización del festival aprovechó que Marko estaría más tarde junto a Tarja, para que también viniera con su propio grupo. La música me gustó, pero Marco lanzó demasiadas diatribas, las cuales le impidieron tocar todas las canciones que tenía planificadas.
Bury Tomorrow es el tipo de formación que cultiva un metalcore agresivo y expresivo, con canciones cortas y violentas. Llegaron a este festival por ser los teloneros de la gira europea de Electric Callboy. Aprovechando su gira británica pasaron por Grecia, España y de aquí seguían para Australia. Una banda luchadora y trabajadora con una música muy enérgica que estoy seguro podrán seguir adelante y crecer.
Aunque no puedo asegurar que Saratoga sea de las bandas que cada año están en el Leyendas del Rock, sí les puedo asegurar que los he visto al menos cuatro veces en las distintas ediciones a las que he asistido. Otro de los grupos españoles que ni falla ni decepciona y que va camino de los treinta y cinco años de carrera y de los cuarenta. Ya Tete Novoa se había presentado en la Plaza Mayor de Villena haciendo un concierto acústico de su material en solitario y ahora estaba aquí con Saratoga dándolo todo.
En la guitarra, Jero Ramiro, quien también tuvo la oportunidad de presentarse en el escenario New Rock con una de sus primeras bandas, si no la primera: Santa. Si bien todos los conciertos de Saratoga están cargados de energía, esta tarde sobrepasaron el voltímetro en cuanto a adrenalina. Tete Novoa, totalmente desbocado, para disfrute de todo tipo de audiencias: chicos que lo toman como un ejemplo de lo que quisieran ser y chicas que lo toman como ejemplo de lo que quisieran poseer.
Temperance es una banda que he seguido desde el principio y sus cambios de cantante femenina en cierta medida me han descolocado un poco. Si bien es cierto que Michele Guaitoli y Marco Pastorino poseen magníficas voces, la banda siempre se ha afincado sobre una voz femenina. En el Leyendas se presentaron con Kristin Starkey, natural de Nueva York, que supo representar magníficamente todo el repertorio anterior de la banda, demostrando tener una voz educada en el canto operístico. El concierto fue impactante.
Nos quedamos en el escenario New Rock, donde terminaba el concierto de Temperance, para asistir a la presentación de Vhäldemar, una de las mejores bandas de España, con un trabajo que pienso que sería muy interesante poder presentar en el resto de Europa, al menos. Si bien es un quinteto superafilado, hay que destacar al guitarrista Pedro J. Mongue y al vocalista Carlos Escudero. Sobre el escenario dieron un verdadero concierto de rock and roll con el whisky corriendo a raudales, como debe ser, sin llegar a que el torrente alcohólico dañara la actuación. Uno de esos conciertos que solo en directo te permite entender la magia y la fuerza de esta música que tanto amamos.
Corrimos al escenario principal para ver a Blind Guardian. Tuvieron un pequeño problema de sonido que detuvo la actuación el tiempo suficiente para que pudiera llegar y disfrutarla por completo. ¿Saben qué? Los tiempos han cambiado y aquella banda tan enérgica se ha convertido en un grupo que puedes disfrutar sentado en la hierba. Hansi Kürsch sigue cantando magníficamente, pero la escena es muy básica: solo un telón de fondo y los músicos, apaciblemente, haciendo su trabajo. Aun así, Blind Guardian es una banda con mucho tirón y estoy seguro de que es una de las razones fundamentales por las cuales tantas personas se acercaron esa noche al festival.
También razón crucial para estar aquí era la actuación de Tarja Turunen junto a Marko Hietala, ambos miembros de Nightwish en el pasado. Marko no estuvo ahí desde el principio, de manera tal que la prensa no tuvo fotos de ambos, a menos que las haya hecho a posteriormente desde el público. Tarja es cada vez más familiar y menos distante, y la presentación de Marko fue muy natural. Ella dijo: “yo sé que ustedes están esperando algo”, fue hacia un costado del escenario y dijo: “déjenme ver qué tengo aquí detrás”, y apareció Hietala. Interpretaron algunas canciones de Nightwish, así como el single que desde hace semanas atrás estaba circulando, “Left on Mars”, y luego el guitarrista se retiró y dejó a Tarja con parte de su repertorio en solitario.
Lèpoka es una banda que seguí desde su primer disco. La primera vez que los entrevisté fue en plena calle en el centro de Madrid unos minutos antes de su primer concierto en la capital y me gusta mucho ver cómo la banda ha subido hasta llegar a uno de los escenarios principales de leyendas de rock en uno de esos horarios en los que solo se programan a grupos que la organización del evento sabe que van a mantener a un público comiendo bebiendo y saltando aunque haya entrado la madrugada. Una banda que, además, ha preparado un atrezzo y un escenario acorde a su estatus actual y a la cual le deseo que continúen su crecimiento y que, tal y como dice su canción, lleguen “A las calles”.