8 de Mayo 2014
Sala Sonora, Erandio, Bizkaia
Noche esperada por unos cuantos fieles seguidores del rubio fines, volvía Michael Monroe a Bilbao, mas concretamente a la sala Sonora de Erandio para descargar su primera noche de gira, noche que al final resulto catártica.
Llegamos pronto a la sala y después de un rato e charla con conocidos y descubrir con alegría un cartel de la fiestas de Repelega (mi ex barrio) que anunciaba la vista de Marky Ramone's Bliztkrieg con Andrew WK, más los vizcaínos Manifa, eso será el 4 de julio, así que una fecha más para apuntar.
Entramos a la sala y estaban probando sonido los teloneros Highlights, que después de los últimos retoques y marcarse una versión del "Shoot Shoot" de UFO arrancaron su concierto.
En un inicio algo paradillos, hasta que consiguieron asentarse, en el primer tema no se escuchaba apenas la voz, cuando solucionaron esto se le rompió una cuerda a uno de los guitarras, fueron cogiendo confianza y cuajaron un buen concierto, no les había visto nunca y me parecieron una banda muy seria, con las ideas claras y un sonido hard rock muy logrado.
Sus composiciones aunque no las controlo si puedo decirles que tienen calidad, no es el hard rock típico de un par de guitarrazos, estos se lo curran, además poseen una buena técnica. Habrá que seguirles la pista, si pasan por tu ciudad no dejes de verles por que suenan muy bien.
La asistencia fue escasa, me esperaba mucho más, teniendo en cuenta la entidad del personaje, no creo que hubiesen más de 140 personas, aunque soy muy malo calculando, supongo que ser entre semana y el precio echarían para atrás algunos, el horario se ajusto para que la peña pudiera pillar el metro, pero ni así la peña acudió como merecía una estrella como Michael Monroe.
Tocaba pillar birra e ir tomando posición para lo que nos movió a salir de casa esa tarde-noche, regreso del músico finlandés por tierras vascas, creo que la ultima vez que estuvo fue en 2011 y no pude verles, esta vez no me lo perdería y créanme que fue una noche de rock inolvidable.
Sonaba una intro mientras los músicos se colgaban sus guitarras y el batería se sentaba tras el kit, sale el maestro de ceremonia y explota la sala en un delirio contagioso que no decayó ni un segundo durante el show de hora 15 minutos que dio Michael con su banda, formada por Steve Conte en la guitarra, el bajista Sammi Yaffa, el batería Karl Rockfist y Rich Jones en la otra guitarra, que sustituye a Dregen que se borro de la banda hace unos cuantos días atrás para centrarse en su carrera en solitario.
La descarga abrió con "Horns and Halos" que da titulo a su más reciente álbum, del cual caerían unas cuantas esa noche. Fue un chute de adrenalina en toda regla, o como darle a un interruptor, el público respondió cantando y disfrutando de este primer impacto, sin pensarlo nos soltaron otro de sus buenos temas de última etapa "ensory Overdrive" de 2011. Más carga punkarra de las nuevas, con la explosiva "TNT Diet", era imposible salirse de influjo que desprendía el rubio y sus compis, el tipo mostró una gran forma física y en el apartado vocal.
Si mal no recuerdo el primer tema en el que echo mano del saxofón y la armónica fue en "
garra punk fue "78", la disfrutamos como posesos, dando paso al hermoso medio tiempo "Stained Glass Heart", seguida de "Soul Surrender" con aires Ska, ambas del ultimo disco, lo mismo que "Child Of The Revolution" que fue muy bien recibida, gran solo de guitarra. Por cierto este nuevo hacha Rich Jones no es ningún manco, Monroe sabe rodearse muy bien y este guitarrista nacido en Inglaterra fue miembro y principal compositor de los canadiense The Black Halos, Amen y The Ginger Wildheart Band entre otros muchos. Si se mantiene en la alineación seguro que aportara mucho al próximo álbum de Michael Monroe, por que es muy bueno y sabe del negocio.
"Sensory Overdrive".
Happy Never After", fiesta total, como sabe controlar la fiesta para que no decaiga suelta "Nothin's Alright" una canción de sus Demolition 23, la banda neoyorkina. Antes de marcharse al camerino soltaron la añeja y rockandrollera "Dead, Jail or Rock 'n' Roll", perfecto.
No tardaron mucho en regresar para rematar una gran noche. El maestro volvía con chaleco blanco de cuero y abrieron los bises con la ramoniana "Hammersmith Palais" de los Demolition 23, que gozamos sabedores que el final estaba cerca, penúltimo balazo para "Saturday Night Especial" de la nueva hornada y guiño final para los Hanoi Rocks y su incendiaria "Malibu Beach Nightmare".
Muchos esperaban más canciones de Hanoi Rocks y no tantas nuevas, pero era comprensible teniendo en cuanta que el nuevo disco es bueno y que este mira siempre al frente sin olvidar de donde viene. Todos coincidimos en que habíamos disfrutado de un buen concierto, de los que se recordaran por el buen hacer de la banda y su carismático líder, todo un ejemplo para nuevas generaciones que aunque lo tengan más crudos en ciertos aspectos y en otros más fácil, hay que currárselo todos los días.