Sábado 18

El sábado no comenzó con un concierto, sino con algo inesperado. A pesar de que estábamos en Francia y no en Cuba, a las ocho de la mañana, a uno se le ocurrió comenzar a poner música en su tienda de campaña, impidiendo el sueño del resto. El único cabrón, que en todas las zonas de acampada quiso formar un escándalo musical, lo hizo, precisamente, cerca de mi tienda. Eso me recordó con nostalgia a Raúl Nápoles y su equipo de sonido, que cuando salían de gira por los festivales de toda Cuba, siempre hacían una fiesta después de la fiesta. Lógico en el caso del equipo que durante la fiesta grande, estaban trabajando, pero ilógico en el caso del hijo de puta que al parecer, el exceso de alcohol o drogas, en vez de adormilarlo, lo había espabilado.

Me dirigí hacia el área de las duchas para comprobar con alegría, que a pesar de que éramos muchos y había sólo 12 duchas, la cola para las mismas no sobrepasaba las cinco personas. No es que sean personas cochinas, sino que era muy temprano. Aproveché para darme un enjuague y afeitarme. Gracias al escándalo, pude ir hasta el pueblo de Clisson, comprar algunos alimentos, regresar, desayunar tranquilamente, y estar a las 11:30 de la mañana listos para ver a Whiplash.

Efectivamente, Whiplash, ese grupo de los 80, que logró imponerse en la escena thrash de la costa este de Estados Unidos, estaba ahí frente a mí. Si bien yo no esperaba una actuación espectacular o imponente, el grupo cumplió y sobre cumplió con su actuación, integrada por canciones de su retorno discográfico, Unborn Again, más una suma de sus temas de toda la vida, que sólo un seguidor del grupo, o una persona que haya estado escuchando la discografía los días anteriores al festival, sabría identificar. Un sonido muy bueno, y una actuación muy especial, que por el sentido directo de su música, fue muy bien recibida.

A las 12:20 del mediodía, ya estaba en el Mainstage 1, la banda Angel Witch, uno de los fundadores del movimiento conocido como la nueva ola del heavy metal británico, NWOBHM. Las canciones están muy buenas, el grupo las defiende de manera espectacular, su vocalista canta muy bien, pero pienso yo, y es mi opinión particular, de la razón por la cual este grupo no ha sido más famoso, es porque le falta un toque de carisma, como los que tienen por ejemplo, Rod Halford o Steve Harris, teniendo en cuenta que, musicalmente, Angel Witch puede estar a la par de Judas Priest o Iron Maiden. Una banda muy técnica.

Una de las agrupaciones acerca de las cuales mi interés estaba centrado en el día de hoy era Mekong Delta, aquel misterioso grupo alemán surgido en los 80, cuyos músicos, famosos de otros grupos, aquí se ocultaban, y los discos salían sin fotos de la alineación en la carátula, y con una música sumamente fuerte y al mismo tiempo compleja. Pronto se demostró, que más que un grupo era un proyecto, y después de muchos años sin editar discos, retomaron la idea, y su última obra discográfica es Wanderer on the Edge of Time. Con estos cambios, yo no esperaba escuchar un repertorio que estuviera enfocado en aquellas primeras obras tan complejas, sin embargo me regalaron algunos temas como The Hut of Baba Yaga, que dejó a todo el público tieso y con la boca abierta. Los músicos eran jóvenes con la excepción del bajista Ralph Hubert , y un especial aplauso para Martin LeMar, quien se presentó con un pañuelo negro cubriendo su rostro, parece que para mantener un misterio inicial sobre quién sería el cantante en esta mañana, canta muy bien, tiene una vocalización muy clara, y buena presencia escénica.

Me pareció sumamente extraño que, un grupo como Hammerfall, haya tenido que tocar a las dos de la tarde. Si bien hay grupos discográficamente más famosos dentro del mismo estilo, como Blind Guardian o los propios Gamma Ray; Hammerfall en directo suenan mucho más potentes. Cultivando un estilo inmerso en el power metal, llegué a pensar incluso en algún momento, que eran alemanes, sin embargo son suecos, de Gothenburg, aunque su música, no podemos enmarcarla dentro del que se ha dado a llamar sonido Gothenburg. Fue una actuación electrizante. La primera vez que lo vi fue en el año 2000, en el Menorrock, y fue una actuación tan interesante, que me hizo acordarme de todos mis amigos. Once años después la banda sigue tan poderosa como el primer momento, y mucho más compacta. El público respondió con mucha alegría, y todos los temas fueron muy bien recibidos, desde los más modernos, incluidos en el disco Infected, hasta clásicos como Hammerfall, o Glory to the Brave. ¿Por qué yo escucho los discos de Hammerfall, y no me parecen gran cosa, y sin embargo en directo los disfruto? Porque estoy seguro que ninguna grabación ha logrado capturar la fuerza que esta banda logra en directo. Estaba en la batería, nada más y nada menos que Anders Johansson, a quien hay que decirle Usted, así, con mayúsculas.

Impresionado por la actuación del grupo anterior, me fui a ver a The Haunted, para encontrarme que el grupo no estaba allí. En su lugar estaban los jóvenes franceses de Hemorragy, una banda muy parecida a los cubanos Cancerbero, tanto por su alineación como por su música. No levantaron a nadie. Soy injusto, tenían su fuerza, pero al no ser el grupo esperado, la decepción trabajó en su contra.. The Haunted no pudieron llegar a tiempo, y su concierto se programó para la una de la mañana en otro de los escenarios, pero con el paso de las horas y las impresiones recibidas, lo olvide.

Con tiempo me posicioné para ver a UFO, uno de los grupos clásicos de todos los tiempos. El estilo vocal de Phil Moog no se caracteriza por el abuso de garganta, de ahí que a pesar del paso de los años, se mantenga su voz con la misma intensidad. Su repertorio estuvo plagado de clásicos, como Lights Out, Rock Bottom (ejecución de virtuosos con un Vinnie Moore fuera de liga) y Doctor Doctor. Gracias al hecho de que un guitarrista tan espectacular como Vinnie Moore esté en las filas de UFO, su show nunca será aburrido, pues a pesar de que son las mismas canciones desde hace más de 30 años, Vinnie le da un sonido diferente y, respetando los solos originales, pone de su propia cosecha, enriqueciendo las canciones. Si bien algunos se quejan de esto, para mí resulta muy agradable que lo haga. Fue un concierto tranquilo, con el público simplemente escuchando y aplaudiendo.

Todo lo contrario a lo que ocurrió a partir de las 4:15 con Municipal Waste. Esta es una de las bandas cuyo sello discográfico (Nuclear Blast) ha confiado en www.rockencuba.com, así que me acerqué a verlos, y no me arrepiento de nada. Con los primeros acordes, comenzaron a llover cuerpos de todos los tamaños, sexos y colores. El equipo de seguridad, se preparó para sacar a muchos de ellos hacia el foso, evitando que cayeran de cabeza, o se dieron un mal golpe entre ellos, y les aseguro que lo hicieron además de con mucho profesionalismo, con muy buen carácter y hasta con alegría. La mayoría de los integrantes del equipo de seguridad si bien los diferenciaba la camiseta, era, por su comportamiento y estampa, adictos al metal. El vocalista de Municipal Waste, Tony Foresta, tiene indudables influencias de Tom Araya. En este concierto, dejaron la arena repleta de cadáveres.

Y me preparaba para ver a la banda que más había esperado en todo el Hell Fest: Thin Lizzy. Me hubiera gustado estar aquí, en este momento, con amigos como Néstor o Alain, pero no pudo ser. Eso no fue agravante para que disfrutara al máximo. Aunque falta el músico por excelencia de este grupo, Phil Lynnott, su espíritu se mantiene presente. En estos momentos, en el grupo solamente están dos de los músicos originales de siempre, el guitarrista Scott Gorham y el baterista Brian Downey, y un músico que en cierto período, también formó parte de la banda, el tecladista Darren Warthon. La alineación la completa uno de los guitarristas que estuvo en Guns and Roses, Richard Fortus, el vocalista Ricky Warwick, ex – The Almighty, y otro de los músicos que yo esperaba ver con mucho interés, el bajista Marco Mendoza.

Marco Mendoza en un músico que desde su estancia en Twisted Sister, bajo el nombre de Marc “The Animal” Mendoza, me llamó la atención por su forma de tocar. Si bien su disco Live for Tomorrow me llamó la atención, fueron sus actuaciones en directo, (que desafortunadamente hasta el día de hoy sólo había podido ver en DVD), las que me trajeron de vuelta a la memoria. Una fue con Ted Nugent en el Full Bluntall Nugity, y la otra con Whitesnake. Recientemente editó otro disco, Casa Mendoza, que me ha gustado mucho más, por la forma que tiene de tratar las versiones que ha grabado de temas antológicos del rock.

A las cinco de la tarde comienza la actuación de Thin Lizzy, y lo primero que me viene a la mente es el recuerdo de Gary Moore. Desde hace años esta banda no graba un disco nuevo, por lo que todos los temas que interpretan son harto conocidos. Muchos dentro del público disfrutando, la gran mayoría mayores de 30 años, que corean todos los temas como Waiting for an Alibi, Cowboy Song, Rosalie, y cuando llega el momento, interpretan Whiskey in the Jar, que fue versionada por Metallica, grabada en el Garaje Inc, y que en esta tarde, como homenaje a la banda que los ha homenajeado, es interpretada no con la ternura original con que la compusieron, sino con la fuerza que le imprimió Metallica en su versión. Cuando llega el momento de The Boys Are Back in Time, no puedo dejar de acordarme de mi amigo y hermano Virgilio, que siempre tuvo la intención de cantarla, y por alguna razón aún no lo ha hecho. A llorar.

Toda la actuación la disfruté desde el lado izquierdo del escenario frente a Marco Mendoza. Cada cierto tiempo, el lanzaba al público las uñas de tocar el bajo y yo pensé lo mucho que me gustaría tener una uña tanto de Thin Lizzy como de Marco Mendoza. Más que gritarlo lo pensé, y entonces vi como Marco lanzaba una uña en mi dirección, la cual cayó unos metros delante de mí. Entonces nuestros ojos se encontraron y le grité pidiéndole otra, así que él la tomó de su pie de micrófono y la lanzó al estilo boomerang para que alcanzara velocidad y llegara. Yo, que tan malo fui siempre en la pelota, sabía que no tenía ninguna probabilidad de cogerla al vuelo, pero aún la quería. Nadie la pudo coger, y la dichosa uña cayó en la tierra justo delante de mis pies. Me apresuré a agarrarla y guardarla asombrado de lo que había ocurrido. Ahora tengo mi uña de recuerdo, y una gorra de Thin Lizzy que me compré para celebrar el momento. Fue el único gasto extra que hice. Ha sido uno de los conciertos que más he disfrutado.

A continuación debía llegar Destruction, quienes junto a Sodom y Kreator, han sido los pioneros del thrash metal en Alemania y que, precisamente, se presentarían los tres, uno detrás del otro, en el Mainstage 2. Temas como Mad Butcher los escuché un poco alejados, ya que mucho público lo estaba esperando.

En el Mainstage 1 se presentaba Apocalyptica. Y mientras yo me preguntaba como es posible que un grupo de cuatro cellistas ha logrado mantenerse tanto tiempo, me iba a buscar algo de comer. Desde lejos los escuché interpretar algunas de sus versiones instrumentales de Metallica, (Nothing Else Matters, Enter Sandman) y otros temas cantados por, al menos, dos vocalistas invitados. Son unos músicos muy virtuosos, pero por la esencia de sus propios instrumentos, no los soporto del todo bien.

Llegaba el momento de ver a Sodom, que me hubiera gustado mucho disfrutar junto a mi amigo Adrián el de La Sortija. Sonaron temas de su disco más reciente, In War And Pieces, como Hellfire, y la canción que le da título al Cd; así como muchos de sus clásicos mientras Tom Angelripper no daba tiempo al descanso y los riffs caían uno tras otro, hasta ir cerrando con Ausgebombt y recibir una salva de aplausos. Me sentí muy bien de estar allí, y mientras le llegaba el turno a Kreator, me acerqué a la Rock Hard Tent para ver a Septic Flesh, quienes el año pasado habían sido entrevistados por Michel y Alexander Sánchez para su fanzine Scriptorium.

Efectivamente hermanos, Septic Flesh es tan oscuro y técnico como se puede apreciar en cada uno de sus discos. Durante 50 minutos, esta banda mantuvo a todo el local moviendo la cabeza, tanto en la parte más lentas, como las más rápidas. Interpretaron temas de The Great Mass, y también del resto de su discografía, destacándose las del Fallen Temple. Se despidieron con una frase para los que no los conocían: “We are Septic Flesh, from Greece”, casi ahogada por los aplausos de miles de personas.

Muy energizado con esta actuación, me fui a ver a Kreator. Aún recuerdo aquel fanatismo que tenían algunos frikis de La Vibora con Mille Petrozza y discos como Pleasure to Kill. La actuación de esta banda de Essen, recorriendo un puñado de clásicos como Terror Zone, Extreme Aggression, Violent Revolution, Enemy of God, Betrayer, Coma of Souls, o Winter Martyrium que, por pertenecer a un disco tan poco comprendido como el Renewal, pensé que habrían echado a un lado. Petrozza le dijo al público que cada vez que venía había más público y que cada vez el mosh pit era más salvaje, y realmente con Kreator se puso salvaje de verdad.

David Chapet me había recomendado que no perdiera a Bolt Thrower, pero esta banda coincidía con otro los grupos que está haciendo su gira de despedida: Scorpions. Así que, David, espero que comprendas, cuando te diga a quién fui a ver. Desde mediados de la década de los 80, cuando llegaron a la Habana discos como Blackout, Love at First Sting y World Wide Live, los Scorpions se hicieron muy populares, y aunque después han editado discos de los cuales solamente podamos aprovechar una canción, y a lo mejor ni siquiera una, el legado de este grupo a través de los años es tan impresionantes que aunque sólo tocaran sus éxitos, podrían estar varias horas en el escenario. Y así fue, durante casi dos horas la banda de Hannover nos deleito a una inmensa mayoría de adultos con sus familias, incluyendo niños pequeños, con lo mejor de su repertorio.

No sé si será que el grupo ya no va a seguir, o sólo descartarán las grandes giras, pero yo no podía perder esa oportunidad. Si han vendido más de 100 millones de discos, una cuenta muy sencilla me hace pensar de que al menos100,000,000 de personas se saben una canción de Scorpions. Como es una cifra muy impresionante, allí me fui yo para ver cuántas me sabía y cuántas podía cantar a la par de Klaus Meine. Still Loving You la canté yo (cubano), la cantó la mujer que estaba a mi lado (francesa), la cantó el matrimonio delante de mí, la cantó el niño que tenía cargado el padre sobre sus hombros… la cantó todo el mundo. El concierto fue muy bueno, a Klaus no le falló la voz, si bien se auxilia de delays, echos, reverberaciones y otros efectos, pero es algo que también hacen los cantantes de veinte años. Los solos de los diferentes instrumentos si bien llegaron a extenderse hasta el borde del aburrimiento, sólo llegaron hasta ahí. Muy especial fue el solo de batería de James Kottak, quien durante todo el día estuvo muy interesado en promocionar su nueva banda llamada simplemente Kottak. El mismo comenzó con una mezcla de videos donde se enlazaban varias carátulas de discos de Scorpions, mientras James tocaba algunos de los ritmos incluidos en esos discos, y estuvo muy interesante más que nada por su sincronización. Al finalizar el concierto, se lanzaron fuegos artificiales y se dedicaron unos instantes a la memoria de Patrick Roy y Eric Ledroit, dos músicos franceses de rock fallecidos durante este año.

Pero todavía quedaba la oportunidad de ver a Triptykon en la Rock Hard tent, así que me fui para allá. Tom Gabriel Warrior ha sido otro los músicos cuyo legado no ha sido valorado justamente. A mediados de los 80, los discos de Celtic Frost titulados Into the Pandemonium y To Mega Therion causaron, entre los frikis de Cuba, muchos sentimientos encontrados. Después la banda no mantuvo el mismo nivel y entre distintas altas y bajas, perdió gran parte de su popularidad. Y aquí estaba yo para ver a Tom G. Fischer en persona, y para constatar que Triptykon es tan parecido a Celtic Frost, como lo pueden ser dos hijos del mismo padre. Durante una hora, interpretaron temas del nuevo disco Eparistera Daimones, como My Pain y Shatter, así como algunos clásicos como Procreation of the Wicked, tocada de una manera lenta, oscura y decadente. Como ocurre cuando alguno espera durante mucho tiempo un momento especial, fue más la ilusión que la realidad.

Si quieres saber lo que pasó el domingo, cierre del festival, puedes pinchar aqui: http://www.rockencuba.com/conciertos-y-festivales/hell-fest-domingo-19-de-junio-2011

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