Más de uno que quejaba de que el festival había programado a Grave Digger a las cuatro y media de la tarde.
Era lógico, porque Grave Digger poco a poco dejaron de girar por España por la falta de interés de la audiencia. Pero ahí estaban con su “Excalibur” o otras leyendas varias, como “Heavy Metal Breakdown”. Todo lo contrario ocurre con Dark Tranquillity, quienes repiten asistencia y siempre sumando nuevos fans a la ya larga fila de ellos.
Asi que me fui a ver a Centinela en el Mark Reale – Riot Stage, justo entre ambas bandas apreciadas en los escenarios principales. Poco público, pero aguerrido, y la banda mortífera. “Más fuerte” definía este concierto, donde la pérdida de peso del Sr. Cano le ha dado más movilidad. “Hueso y piel”. Un momento emotivo fue cuando grabó en video una muestra de “donde es que va todos los veranos con los amiguetes”, para su madre. “Abre fuego” y “Me veras”, además de otros amagos a Lamento del Diablo de este año.
Volvimos al sol para ver a Skindred, otra de esas ofertas que no sabemos si va bien o no con el espíritu del Leyendas. Lo que si nos encontramos a una banda de esas que luego de su segundo disco le perdemos la pista por falta de interés. En CD, esa mezcla de punk con rap, rock, reggae y hasta reguetón aburre a los metaleros, pero en directo es una mezcla mortífera, “Kill the Power”, mientras Benji hacia todo lo posible por ganarse al público, algo que logró muy pronto. El hijo de los ZZ Top estaba a la guitarra, pero de incognito.
Dice Udo que se va a despedir con Dirkschneider, esa formación cantando temas de Accept. Magnifico Udo, comunicativo y alegre, (“manos parriba”, “muchas gracias”) aunque no lo pareciera con su rostro inmutable. Muy buena banda de sangre fresca, y una selección de canciones nostálgicas, en un crescendo que nos deja para el final la inmortal “Screaming for a Love Bite”. “Metal Heart” y “Fast as a Child” pudieron haber quedado mejor. La primera con un muy prescindible solo de guitarra que cortó la energía y la segunda sin el simbólico grito que fue insignia de más de una generación.
Eluveitie han ido al Leyendas muchas veces. Este año ofrecían dos conciertos, contando el de la Plaza Mayor, así que me fui a ver a Tygers of Pan Tang, insignias de la NWOBHM, de los cuales poco sabía. Hard y heavy y mucha fuerza, una apisonadora: “Do it good”, Paris by Air”y “Hellbound” fueron solo pálidas muestras de esta arrolladora hora.
Mientras l@s adolescentes lloraban con sus autógrafos y el concierto de Children of Bodom, me quedé a ver a Flotsam and Jetsam. Desde que arrancaron fue a 120 km/h, y si algo eche de menos fue algo más de contacto con el público. “Hammerhead”, “Dream of Death”, “Iron Maiden”, “Doomsday for the Deceiver”… 35 años de historia concentrados en una hora y una de las mejores bandas de segunda división (la suerte no les ha sonreído, el talento si)
Volvimos a ver a Avantasia, y es que aunque me parece que Tobias habla demasiado, no tenía esta noche tres horas para desarrollarse, así que menos “speech” y más música. Una colección de canciones (“Ghostlight”, “Superheroes”, “Lost in Space”), con invitados de lujo: Michael Kiske, Bob Catley, Eric Martin, y Amanda Somerville, ya como corista de principio a fin, se ha convertido en un fuerte pilar de apoyo del espectáculo.
Cambio total de estilo con el black metal de las leyendas noruegas Mayhem. Mucha oscuridad y cansancio me hicieron poner la cámara a buen recaudo y disfrutar de lo que quedaba. Barón Rojo regresaba al festival tocando de principio a fin su disco más conocido, Volumen Brutal. A pesar del amor que le tengo a estas canciones, no me sentí del todo complacido y todos saben que es por el timbre de Sherpa, que no puede ser imitado.
A las 3,30 de la mañana entró Saurom, con mucha gente esperando y muchos artistas sobre el escenario. Valió la pena aguantar, y hubo muchos que se quedaron tan cargados de adrenalina que siguieron de “Fiesta” aunque no apareciera “La taberna”. Sauron aun tienen mucho que decir.
Esta es la muestra de flora y fauna de ese dia Pincha en la imagen para ampliarla