Dando una vuelta por España por primera vez
Un par de semanas antes del concierto Aynsley Lister anunciaba una neumonía agresiva que lo dejaba en el hospital, así que me temí que esta gira se cancelara, pero el hombre se sobrepuso y aquí estuvo, dando una vuelta por España por primera vez y tocando su mezcla de blues rock con toques pop de manera endemoniada.
Estuve en el Green y de verdad que quedé gratamente impresionado. No solo por la sala de conciertos, el escenario y el módico precio de las bebidas, sino por el ambiente acogedor de los trabajadores de allí. Seguro que volveré, más ahora que vi que en menos de media hora puedo estar allí desde mi casa. Agradezco a todos ellos y también a Lestrato que fue quien me presentó a Aynsley Lister.
Llegó la hora indicada y allí estaba Aynsley con sus manos inmensas de venas amplias como ríos descargando un set de canciones que aunque no te las supieras te dejarían apabullado. Los músicos que lo acompañaban, poco conocidos de primera línea, como demostró en más de una vez el tecladista cuyo nombre no capté y que parece ser Bennet Holland.
El batería era Boneto Dryden, con un concepto del ritmo impresionante, y una capacidad de improvisación y empaste con Aynsley maravillosa, como se pudo ver en más de una ocasión. Cerraba el círculo el bajista Steve Amadeo, mucho más que correcto, aunque con Aynsley Lister a su derecha poco lustre podía sacar el hombre a su bajo más allá del acompañamiento.
Presentando su tercer disco, Eyes Wide Open, la banda tocó de memoria, sin poner un set list, así que especularemos un poco y si alguien se da cuenta que estamos herrados, que nos rectifique. Una de las primeras canciones en sonar fue “All of your Love”, que era muy conocida por los asistentes, así como algunas otras. Se veía que había fans, que no predominaban los curiosos.
Y es otra cosa que quiero comentarles. El concierto lo disfruté muchísimo y una de las razones fue porque siendo tan pocos, casi que estábamos ante un momento para los elegidos. Sin embargo hubiera sido de ley que a un músico de la calidad de Lister lo fueran a ver muchas más personas. A pesar de ello, Aynsley puso toda la carne en el asador desde el primer momento, ofreciendo tremendo concierto y bromeando con la idea de que la próxima haya al menos 300 personas. A favor, que de los 80 que estaban, al menos 50 salieron con el disco nuevo bajo el brazo y otros recuerdos de esa noche. Y es que el directo dejó el escenario en llamas.
Una de las pocas canciones que presentaron fue “Il Grande Mafioso”, un blues de corte tradicional con buenas improvisaciones, también “Dishevelle”, que es el single / video de este disco. Además tocaron “Other Part of Me” y “Sugar”. Luego de la retirada en falso, la banda regreso para dos bises, siendo el segundo una versión bluesera de “Purple Rain” de Prince. Muy bien recibida y coreada, pero les garantizo que no fue necesaria para subir la adrenalina, algo que ya estaba garantizado desde la primera mitad del concierto.
Una noche especial, y estoy seguro que cuando Aynsley Lister regrese a España, aunque no haya 300 como él quiere, allí estaremos para volver a disfrutar de una noche cargada de alma y virtuosismo.