"Hermandad Metalera"
5 de Mayo de 2018
Sala Tunk, Irun
Tímidamente se acerca el verano y de igual forma los conciertos comienzan a solaparse. No fueron pocos los eventos que coincidieron en la zona guipuzcoana que linda con el Estado francés pero no impidieron que el show de Masterplan llenara la sala Tunk de Irun ese sábado 5 de Mayo.
De una manera igual de tímida fueron acercándose los fans del power metal a los aledaños del polígono industrial donde se encuentra el pequeño local hasta alcanzar unos 300 asistentes que, en principio, esperaban ver al grupo de Roland Grapow hacer un repaso de sus composiciones en Helloween plasmadas en un disco recién editado. A pesar de que, finalmente, no sería así, los alemanes no defraudarían.
Dos bandas estatales serían las encargadas de abrir boca para un menú cargado de power metal, los gallegos Dark Embrace y los navarros Taken, que llegaron con toda una horda de seguidores de la provincia vecina. Estos últimos muy afines a los sonidos del cabeza de cartel pero no tanto el de los que rompieron el hielo más allá de las 20:30, momento en que se abrió la taquilla.
Con unos ritmos más cercanos al doom y a los ambientes góticos, la banda de A Coruña consiguió acercar a las primeras filas a los más sedientos de metal, con la constante presencia de un frontman de altura, Oscar Rilo, alejado de los registros agudos de los demás vocalistas de la velada. Hicieron un repaso a su último disco “The Call of the Wofes”, incluyendo “Time Will Tell”, “Memories”, la que da título al álbum, la que da nombre a la banda, “Angels from Hell” como tributo a los jinetes de la carretera, y terminarían con toda una declaración de intenciones con el mismo corte que cierra su último trabajo, “Metalhead ‘Till I Die”. Muy agradecidos con la modesta asistencia de las primeras horas dieron paso a los de Iruña.
Hacia las 21:50, unos veinte minutos después del set de Dark Embrace, darían comienzo una de las bandas revelación del power metal estatal y parte del extranjero. Los iruindarras arrancarían con "Tales of Glory", seguida por "Modern Messiah", "Wormy Brains" y harían un alto en el camino con "Afterlife" para, seguidamente, invitar a Tomi Fooler, vocalista de Skeletoon, al escenario y acompañarlos en una versión de Avantasia, "Reach Out for the Light". Durante esta interpretación el italiano no dejó de echar piropos al grupo navarro y, en especial, a su cantante. Éste anunciaría que próximamente harán una colaboración juntos.
Con la sala más llena y animada tras la conocida canción del proyecto de Tobias Sammet, Taken se embarcarían en el siguiente tema, "The Seven Seas", enarbolando una bandera de la banda hasta arribar a "Distant Shores", finiquitando así una actuación que encandiló a más de uno que no conocía la agrupación formada por dos teclistas, dos guitarras, bajo, batería y una voz con unos registros más que aptos para el power metal que no debería hacer olvidar las aptitudes del resto de integrantes. Darán que hablar.
Tras el show de 50 minutos de los navarros Taken, llegaría el turno de los italianos Skeletoon que tendrían más espacio para moverse por el escenario que los anteriores y, además, no dudarían en bajar varias veces de éste para cantar y tocar entre el público. Skeletoon darían un concierto desenfadado y jocoso, lleno de muecas y poses sarcásticas intercaladas con un contundente power metal sazonado con una batería sin frenos y unas guitarras que se movieron de un lado a otro. Interpretaron temas como "Dreamland", "Mooncry", "What I Want", "Heroes Don’t Complain" o "Night ain’t over", aunque se frenaría mucho el ambiente con las continuas parrafadas del vocalista aludiendo al contenido de sus temas relacionados con los super heroes, los comics, etc y subiría un par de veces al escenario a un fan de las películas holibudienses de los 80 para mostrar sus tatuajes de la famosa película de Zemekis, 'Back to the Future'. Estos constantes frenazos no agradarían a muchos de los asistentes que solo querían verlos tocar, pero sí que estas intervenciones lograron llenar la sala de un ambiente más afable y fiestero en el que no se dejó de recordar a los grupos invitados.
Tomi Fooler volvería a interpretar un tema de Sammet pero de su otro proyecto, Edguy, Lavatory Love Machine. Con el público ya ganado utilizando el euskera (sin estar muy seguros de ello) para hacerse con el respetable, volverían a su cosecha propia con "Joker’s Turn", para finalizar con "Heavy Metal Dreamers".
A eso de las 12:15 de la noche saldrían Masterplan ante una sala Tunk sedienta de power metal clásico. Arrancarían con "Enlighten me", seguirían con "Spirit Never Dies" y continuarían con "Wounds". Tres clásicos de la época dorada de la banda en la que el híbrido de Coverdale y Gillan, Jørn Lande, estaba como frontman. Seguirían con "Lost and Gone", "Crimson Rider" y "I’m not Afraid", dejando claro que la promesa de tocar los temas de la etapa de Grapow en Helloween había quedado en agua de borrajas. Pero no fastidió a la mayoría de los asistentes ya que los temas que sonaron, fueron una selección de grandes éxitos de Masterplan.
Tras congratularse con el público y agradecer la asistencia que llenaría la sala guipuzcoana, continuarían con "Back for my Life", en la que alguien del público “acting like a fool” (como la canción) derramaría un litro de cerveza que no tardaría demasiado en evaporarse y seguirían con "Kind Hearted Light" y "Time to be King". Llegado este momento Grapow tomaría el centro del escenario para efectuar un solo que presentaría el vocalista. Pero, tras darse cuenta de la somnolencia de alguno de los asistentes, saltarían esta parte instrumental para proseguir con uno de los temas de Grapow en la época de Helloween, "Time of the Oath".
Con una sala totalmente entregada a los sonidos metaleros de cambio de siglo, proseguirían con "Keep your dream alive", "Crystal light" y "Soulburn", hasta pedir los bises al finalizar "Heroes".
Después de sonar unos cuantos “beste bat” y unos “oe-oe” (que no olé-olé), Masterplan volverían a tomar el escenario para reivindicar los tiempos de Grapow en Helloween con un tema clave del 'Pink Bubbles Go Ape', como "The Change".
Pero el disco que habían sacado recientemente rememorando los tiempos de las calabazas, se resumieron en solo dos temas que solo fastidiaron a una minoría, ya que el resto recibió con entusiasmo el repaso de clásicos de Masterplan que pondría la guinda con "Crawling From Hell", utilizando este tema como base para presentar a cada uno de los integrantes de la banda.
Pese a que Rick Altzi no tiene la amplitud de registros de Jørn Lande, encima del escenario escapó de la sombra de éste, salvando todos los temas llevándolos a su terreno para que sonaran de forma honesta. Supo conectar con el público y se notó más que fusionado con una banda llena de veteranos como Jari Kainulainen que no dejó de bromear con el resto de la banda, así como una batería y un teclado que subrayaron su presencia al final del set, por medio de sendos solos con guiño a los Purple incluido.
Finalizaría así, hacia la una y media, una noche en la que no se echarían demasiado de menos los temas de las calabazas, cuando las canciones de Masterplan no tendrían demasiado que envidiar al resto. La banda asentada en Alemania, con componentes del norte de Europa, agradecerían la asistencia de un público que guardaría en el bloc de notas un par de bandas a tener en cuenta, además de un gran recuerdo de un mini festival de power metal a los que un seguidor de este estilo no debería fallar. Agradecerían también el apoyo de las bandas invitadas a este mini-festival en el que se respiró un ambiente de hermandad entre artistas en que los pódiums perdieron todo significado.