"Dave Lombardo cumplió su palabra".

Cuando  en mayo del 2016 supe que Dave Lombardo se había convertido en el nuevo baterista permanente de Suicidal Tendencies… recuerdo haber pegado un brinco de entusiasmo. Primeramente porque Dave es uno de mis bateristas preferidos de toda la vida, como lo es también de muchísima gente que ama el Heavy Metal, y luego porque Suicidal Tendencies es de esas bandas a las que le tengo un cariño especial por haberme acompañado con su música aquellos años de temprana adolescencia rebelde, en tiempos en que era bien difícil conseguir cualquier cosa relacionada con el Rock, Punk o el Heavy Metal en Cuba.

Después Lombardo vino a La Habana, en enero de este año, acompañado de su madre y su novia, y entre las muchas entrevistas que le hicieron durante esos días había dos cosas que repetía una y otra vez: Había venido a Cuba buscando reencontrarse con sus raíces y quería preparar todo para regresar y venir a tocar para el público cubano.

Si bien lo primero sonaba emocionante, el saber que nunca se olvidó de la isla en donde nació, ya lo segundo era bien increíble… y poco probable, no sería la primera vez que artistas de renombre nos han visitado y han prometido volver y dar conciertos que aún estamos esperando.

Pero Dave Lombardo volvió… y vino con Suicidal Tendencies.

Serían dos conciertos, uno cerrando las “Romerías de Mayo” el principal evento cultural que tiene lugar cada año en la ciudad de Holguín, para muchos la “Meca” del Metal en el Oriente cubano, y el otro en Occidente, por supuesto en La Habana, capital de Cuba y lugar en donde nació Dave. La conmoción que vivíamos los que amamos esta música acá en la isla era por aquellos días algo imposible de describir ahora con palabras.

Imaginen entonces mi sorpresa cuando, poco antes de las fechas previstas, fui invitado por el equipo que organizaba el concierto en Holguín para formar parte del equipo de protocolo que atendería a la banda durante los días que iban a estar en la ciudad. De tan perfecto que iba acomodándose todo me parecía imposible que fuera real.

Domingo 6 de mayo – Casi al medio día salimos el equipo de protocolo rumbo al aeropuerto internacional Frank País, que nos recibió al mismo tiempo que una fina llovizna comenzaba a caernos encima. Según me comentaron los de Holguín, todos los días de “Romerías” venían siendo igual, fuertes aguaceros durante las tardes y más fuertes aún en las noches. Aquél comentario llenó de nubes grises mis pensamientos, pero decidí concentrarme en el momento que estaba viviendo, pues en breve conocería en persona a Dave Lombardo, a Mike “Cyco Miko” Muir y a los otros miembros que conforman la alineación actual de Suicidal Tendencies. Poco más de una hora después y ambos estaban saliendo por la puerta, acompañados del manager de la gira, el argentino Daniel Núñez y su esposa, también venía la novia de Dave y el guitarrista Dean Pleasants, el bajista chileno “Ra” Díaz y Jeff Pogan el otro guitarrista.

Después del check in en el Hotel Pernik nos dirigimos a la rueda de prensa que tendría lugar en la Casa de la Música de la EGREM. Sólo Mike Muir se quedó descansando en el hotel, pero eso posibilitó que las atenciones y preguntas de los periodistas y el público asistente se centrara en el acontecimiento del regreso a tierra cubana de Dave Lombardo, quien demostró todo el tiempo su carácter humilde y afable, combinado con la emoción que sentía por estar en la tierra que lo vio nacer. Al preguntarle lo que el público asistente al concierto en Holguín podía esperar del espectáculo dijo: “Pueden estar seguros de que voy a destrozar la batería”, una afirmación que arrancó gritos de excitación en todos los presentes.

Esa noche no me importó que lloviera a cántaros, la experiencia que había tenido durante el día ya de por sí había sido inolvidable.

El lunes 7 – La prueba de sonido en el “Club Bariay” durante toda la mañana fue entretenida y a la vez un poco tensa por los comentarios de la posibilidad de si caería la lluvia antes, durante o después del concierto. El lugar, en opinión de los propios músicos, era espectacular. Menos el escenario el resto del espacio era al aire libre y con capacidad para casi 6 mil personas y el sonido demostró estar a la altura de lo que se necesitaba. Quienes conocen de la realidad cubana saben lo tremendamente difícil y complicado que esto último puede llegar a ser por las carencias técnicas que tenemos en el país, no obstante todo parecía funcionar a las mil maravillas y comenzando la tarde los miembros del grupo se retiraron al hotel con sus acompañantes, bien complacidos con el nivel de calidad con que sonarían en la noche.

Estas líneas no las escribe un religioso, ni siquiera un supersticioso, así que no daré gracias a “dios” ni a nada “divino” porque al final no cayera una sola gota de agua en todo el día, ni en la tarde; ni mucho menos durante la noche. ¿Casualidad? ¿El universo conspirando para que fuera un día perfecto? Tal vez.

La cosa es que a las 9.00 pm la banda holguinera Espoleta, escoltados por un gigantesco cartel con la portada del “World Gone Mad”, el último disco de Suicidal Tendencies, y por una enorme bandera cubana, arrancaron los primeros aplausos con una mezcla de Punk con tintes de Metalcore y detalles latinos (percusión de congas agregada en algunos temas) a un público que fue sumándose poco a poco.

Alguien me dijo que los mil quinientos y tantos que estuvimos allí esa noche fueron insuficientes para la expectativa que se había generado, pero sabiendo que era lunes y que muchos que quisieron estar no pudieron ir o prefirieron esperar a la noche del viernes 11 para ir al otro concierto en La Habana, decidí pensar que estaba bien y que en definitiva estábamos allí los que realmente queríamos disfrutarlo. Y así fue.

A eso de las 10.00 pm el escenario estuvo listo para que comenzara a escucharse la melodía inconfundible que funciona como una especie de “intro” a ese tema/himno de los Suicidal que es “You Can´t Bring Me Down”, con cuyo crescendo y la ovación de los presentes fueron entrando a escena cada uno de los músicos, comenzando por Dean, luego “Ra”, Jeff, Dave y hasta escuchar ese esperado “What the hell is goin´ on around here ?” de Mike Muir que dio inicio al desenfreno sonoro y a la emoción de un público que había estado esperando escucharlos en vivo por demasiado tiempo.

Justo en ese momento pasaron varias imágenes de los días aquellos con mis 14 o 15 años, cuando traía en el bolsillo un cassette, bastante gastado por el uso, con el “Lights, Camera… Revolution”  sin los títulos de las canciones ni ninguna otra información sobre la banda más allá del nombre. Pasarían muchos años antes de que viniera a conocer con más detalle sobre aquél álbum y sobre otros trabajos y la historia de esta banda. Por eso era tan increíble, por eso era como una visión tenerlos delante y escuchar en directo aquellos temas. No importaba que no fuera la alineación original, el espíritu de Suicidal Tendencies estaba allí y cada canción sonó potente, con fiereza y con el añadido de lo especial del momento.

A ese comienzo mágico le siguieron otros clásicos de ST de sus mejores momentos. “Lost Again”, “Institucionalized”, “Trip At The Brain”.. que Cyco Miko presentó como “un viaje a lo profundo de nuestro cerebro”, “War Inside My Head”, “Join The Army” y otros temas más, quizás menos conocidos, muy posiblemente de su último disco grabado ya con la alineación actual.

La energía sobre el escenario mantenía la atención de todos, era un festín para los sentidos escuchar los riffs de aquellos temas, ver la escena maníaca de Mike Muir escoltado por “Ra” Díaz que no dejaba de interactuar en Español con el público y deleitarnos con la digitación tremenda de Dean Pleasants en la guitarra líder, para quedarnos luego como hipnotizados con la clase magistral de batería que Dave Lombardo descargaba con una energía que venía desde muy adentro, desde lo más profundo de su esencia cubana.

En un momento Mike Muir invitó a los “patinadores locos” que hubiera en el público a subir a escena para que lo acompañaran con el siguiente tema: “Possessed To Skate”. No fueron pocos los que subieron y yo temí que se perdiera el control y aquello se convirtiera en un problema para poder terminar bien lo que había comenzado de manera tan impecable, pero los “crazy skaters” me hicieron quedar “mal” y se comportaron como locos maníacos haciendo headbangin´  e interactuando con la banda mientras agitaban una enorme bandera cubana y a la hora de bajarse de allí fueron muy disciplinados y no hubo incidente alguno. Ni yo mismo podía creerlo que hubiera sido tan sencillo.

Un par de canciones más, “I Saw Your Mommy” y “Cyco Vision”, para llegar al que posiblemente fue el momento más emotivo. Dave Lombardo se levanta de la batería y se acerca al frente del escenario para dirigirse a todos los cubanos que estábamos allí con la voz entrecortada por la emoción y el llanto que asomaba a sus ojos.

“ ...les agradezco a todos, lo que este país me ha dado,  (esta pasión) en mi corazón, en mi sangre, para (tocar) la batería. Sin ustedes, sin este país, este ritmo que tengo dentro… no hubiese estado. ¡Gracias Cuba! ”

La ovación y el aplauso que lo recibió aún hoy deben estar sonando en sus oídos. Por si fuera poco, a lo especial de ese momento que le erizó los pelos a prácticamente todos los presentes, le siguieron los arpegios y el solo de guitarra que da inicio a How will I Laugh Tomorrow...? para que el público saliera poco a poco del estado de levitación en que habíamos quedado luego de las palabras del baterista cubano del Metal más relevante de todos los tiempos.

Se sabía por intuición que estaba llegando el final y todos nos lanzamos de cabeza a disfrutar cada detalle de la música y a grabarnos en la mente y el cuerpo cada melodía y cada imagen. La banda también lo sabía y por eso, apenas terminando ese clásico del disco de igual título, arremetieron sin dar tregua ni hacer pausa con el himno que hace que los seguidores de Suicidal Tendencies le juremos lealtad “en tanto nuestro corazón siga latiendo”: “Pledge Your Allegiance” y de ese modo exhortarnos a todos a gritar “eS…Ti !! eS… Ti…!! , eS… Ti…!!” mientras Jeff, Dean y Ra coreaban “Suicidal…!! Suicidal..!!” y Mike Muir y Dave Lombardo lanzaban miradas satisfechas de quienes saben que han llegado a donde querían.

Las últimas notas se fueron desvaneciendo mientras cada uno de los miembros del grupo lanzaban púas, baquetas y tshirts de la banda al público que no quería irse aún, que quería continuar viviendo el sueño. Mike, que se había mostrado un poco más distante desde su llegada a Holguín, quiso despedirse demostrando que es más bien todo lo contrario y se lanzó al público para repartir abrazos y tirarse fotos y firmar autógrafos a todo el que quiso.

Los amigos de diferentes lugares que me acompañaron, y que vivieron junto conmigo esas horas increíbles, no querían tampoco que el día acabara y terminamos esa noche bien tarde en la madrugada, sentados en un banco en medio del parque central de la ciudad junto con muchos otros como nosotros, aún conmocionados, comentando los diferentes momentos que habíamos vivido y compartiendo las distintas emociones. Y las estrellas brillaban en Holguín, en un cielo totalmente despejado.

Al otro día, martes 8 –   Temprano en la mañana el grupo y sus acompañantes organizaban todo para comenzar un viaje por carretera que los llevaría a La Habana para el concierto del viernes 11 en el Salón Rosado de la Tropical. Todos, menos Dave Lombardo que tenía programado una clínica de batería en lo que sería un encuentro informal con estudiantes de la escuela de música de Holguín y algunos músicos, no exclusivamente de Rock o de Heavy Metal, y claro algunos fans que no querían perderse ningún detalle de la presencia del 'el padrino del doble bombo' en tierra cubana.

Luego de despedir a la banda me apuré para llegar lo antes posible a la Casa de la Música de la EGREM, donde tendría lugar el encuentro, pero realmente llegué un poco tarde, aunque justo a tiempo para despedirme de Dave y tirarme un par de fotos más con él antes de desearle un buen viaje a la capital de los cubanos, un excelente concierto el viernes y agradecerle por tanta generosidad, amabilidad, humildad, por no haber perdido sus raíces y por el interés de venir a compartir su talento con el público de su país de origen que siempre lo siguió con el orgullo de saberlo parte de nosotros mismos.

Según me cuentan, clínica de batería estuvo aderezada por varios momentos interesantes donde se le pidió que interpretara fragmentos de temas que resaltan en su trabajo de años con Slayer. Tocó “by request” canciones como “At Dawn They Sleep” del bestial “Hell Awaits” y “World Painted Blood” del disco de igual título del 2009, así como dejó con la boca abierta a los jóvenes estudiantes al dar una demostración de la parte del doble bombo que hace en el clásico “Angel Of Death”, apuesto a que más de un muchachito de los que estuvo allí esa mañana se acercará a escuchar con atención la música de Slayer, Grip Inc., Fantomas o Suicidal Tendencies, luego de haber visto esa vulgar demostración de poder en una batería.

Como anécdota pudiera mencionar muchas cosas como por ejemplo que, estando en la clínica de batería, al pedirle que tocara “Piece by Piece” dijo no acordarse muy bien del ritmo (¿?) o cuando me mostró su tatuaje del hombro y brazo derecho, que presenta su piel a jirones y debajo una maquinaria que dice “Made In La Habana,1965” o que me comentó el disgusto de Mike Patton por no poder venir a tocar en Cuba antes que Suicidal Tendencies con su proyecto en común Dead Cross (cosa que prometió para el próximo año y ¡ya nos deja cruzando los dedos!) o sino seguir hablando de las impresiones de Cuba y la vida cultural de Holguín que me transmitieron los demás músicos de la banda… pero si hago eso esta reseña no terminará nunca y ya va siendo hora de que ustedes puedan leerla.

Así que saludos a todos y el agradecimiento a Made In Metal por la oportunidad que me han dado de compartir mi experiencia con los seguidores del sitio.

Suicidal 4Life!!!

• < Anterior
• Siguiente >