1. Despertar
2. Quimera
3. Ritual
4. Babilonia
5. Lobo
6. Sirena
7. Alma Negra
Una vez más damos gracias a este trabajo que nos permite encontrar y descubrir bandas que de otra manera JAMAS hubiéramos escuchado. Porque vamos a decir la verdad. ¿Quién conoce a una banda como Era Zero fuera del ámbito local o puramente melómano? Sin embargo ha sido gracias al escritor y coleccionista José Luis Martín que hemos descubierto a una banda que nace adulta y promete.
La música ellos la definen como Power Metal progresivo pero la etiqueta se les ha quedado justa. No porque no sea este el estilo que la banda desarrolla sino porque al leerlo pensamos en otras bandas de power metal progresivo y aquí no hay muchos puntos en común. Aunque hay un punto que si es común y destaca, la voz de Emilio Pastor. Un timbre cálido y masculino, que sabe manejar para evitar el chillido estridente y hacer que todo momento sea un alarde de técnica vocal justamente dosificada hasta el límite del paroxismo del oyente. Para sumar, puede matizar su timbre y ondulación vocal, de manera que esto no suena para nada monótono.
Y si esta voz viene acompañada de una instrumentación guitarrera fuera de lo común, mucho mejor, Mario Redondo va mezclado riffs de diferentes orígenes y funde heavy con power y thrash con continuos cambios de notas que te hacen mantenerte alerta en todo momento y al mismo tiempo sentir que cada canción tiene un hilo conductor guitarrero. La parte prog está no solo en estos riff que por momentos me parecen herederos de bandas como Redemption o Queensryche sino también en discretos instantes de teclados.
Comienzan con algo que nos parece como un “Despertar” de la “Quimera”. Al llegar a “Ritual” es cuando sentimos que esta mezcla de guitarras implica un trabajo conscienzudo. “Babilonia”, que Emilio menciona como “Babylon” en algunos momentos, es el único momento donde el abuso de garganta llega a ser doloroso. Y dan paso a “Lobo”, la pieza más compleja desde el punto de vista tanto vocal como de tiempo musical. José Andrés Borja se las ve difícil con los cambios de ritmo pero sale airoso junto al bajista Juan C. Segovia.
Al llegar a “Sirena” pensamos que ya todo está dicho, pero no. Un riff heavy y un redoble de caja dan paso a una línea power metalera mientras Emilio canta en un estilo que nos recuerda a Isra Ramos de Avalanch All Star quien mientras escribimos estas líneas está de reposo vocal y deseamos de todo corazón que se mejore. También nos recuerda cuando baja el tono a Tommy Karevic de Kamelot. Regresando a “Sirena”, la pista se pone enérgica agregando voz femenina y algo de coros en el más puro estilo del metal europeo y termina siendo una pista que nos deja exaltados ante tal derroche de talento. Sin exagerar.
Entonces es cuando pensamos que no puede haber nada mejor en el cierre de “Alma Negra”. Y el primer riff sencillo sobre un ritmo básico, nos hace pensar que en realidad esta es una canción hecha con mucho amor y ternura, aportando lo mismo momentos grandiosos que instantes de paz y sosiego.
Esta banda es de las que debería estar en Metal Hammer Alemania o Revolver UK. Pero la vida es ingrata si no buscas la vía de escape a cada segundo y no creo que a corto plazo hayan llegado más allá de La Heavy de Mariskal. Ni siquiera en Made in Metal los conocíamos. Musicalmente están en primera división, pero hace falta mucha más promoción. Hace cincuenta años sacar un disco era la cima del éxito, ahora solo es la base sobre la que afianzarse para crecer. No obstante, no esperes por el éxito de la banda y disfruta de la extraordinaria calidad de ella.