Steamhammer / SPV Entertainment
Tracklisting:
01. The Gethsemane Effect 07:08
02. You'll Never See The Sun Again 09:20
03. A Song Of Possession 5:51
04. The Ritual Of Descent 12:41
05. Spiritual Warfare 7:50
06. Black Earth & Blood 2:24
07. The Passion Of Dionysus 8:09
08. To Bind & Kill A God 8:18
09. Unio Mystica 9:15
10. I Will Fear No Man For I Am A God 8:46
Los americanos oriundos de Long Island (Nueva York) Virgin Steele es de esas bandas que siempre me ha agradado merced a su estilo muy bien marcado y personal dentro del Heavy Metal, pero que aun así quedaron muy relegados a la sombra de sus compatriotas y pares del estilo como Manowar o Armored Saint por citar algunos pocos ejemplos que gozaron de mucha más estima en el público metalero.
En los 40 años de carrera, la banda del cantante David DeFeis y su fiel escudero Edward Pursino se las han a arreglado para dejar un buen puñado de buenos discos, como lo fueron el debut homónimo de 1982, 'Guardian of the Flame' (1983) 'Noble Savage' (1985) 'Age of consent' (1988) de un metal de corte épico, ágil, elegante y hasta romántico donde la principal característica siempre fue la distintiva y muy emotiva voz de DeFeis.
Los 90’ fue la época donde la composición se volvió más compleja y a nivel lírico se fueron olvidando de las banalidades para escribir cosas más elaboradas, como lo fue en las 2 partes de 'The Marriage of Heaven and Hell' (1994 y 1995) y el esencial 'Invictus' (1998) uno de los mejores y más subestimados discos de aquella década. En el nuevo milenio la actividad en lo que respecta a lanzamientos se volvió más espaciada y eso también se debió a los constantes cambios de formación que venían acarreando desde la década anterior, donde dejaron a 'Visions of Eden' (2006) como el último disco en recibir la más alta calificación y a 'The Black Light Bacchanalia' (2010) como quizás el punto más bajo de su carrera. En los últimos tiempos no estuvieron muy activos que digamos, dejando a 'Nocturnes of Hellfire & Damnation' (2015) un disco más oscuro y directo que no estuvo mal, pero que era muy poco asociable al estilo del grupo y alguna que otra colección de canciones propias y covers para rellenar espacios y ganar tiempo. Su periplo en el nuevo milenio me da para pensar que tanto para DeFeis como para Pursino la banda ya no es una prioridad vital, solo les queda componer y grabar cuando la inspiración lo amerita. Eso explicaría del porqué se han tomado 8 años para ofrecer material nuevo, y lo cierto es que si van a grabar discos como esté reciente 'The Passion of Dionysus', el largo ostracismo entre disco y disco es la mejor opción que pueden seguir tomando.
'The Passion of Dionysus', decimoctavo disco de los americanos Virgin Steele, es un disco que a la hora de adentrarse en él es menester separar bien los tantos. Por un lado, tenemos el nivel de las canciones tanto a nivel lírico que en esta oportunidad tienen al Dios griego del vino Dionisio (Baco para los romanos) como protagonista como a nivel musical que retoma el aspecto romántico, épico, teatral y elegante que habían dejado de lado en “Nocturnes of hellfire & damnation”, logrando un disco más acorde a su particular estilo de abordar el Metal. Por el otro lado y el más decepcionante es como decidieron abordar las composiciones. Que se me entienda bien: DeFeis y Pursino siguen intactos a la hora redondear canciones con gancho y emotividad, pero lo que tira abajo a disco no solo es la raquítica y desprolija producción, sino la pésima decisión de incluir bases rítmicas programadas (Pocas veces escuché un sonido tan horrible de bajo como en este disco. En la Super Nintendo de los 90’ lo podía llegar a entender, pero acá hace agua) con una batería artificial que no solo está mal encuadrada en la gran mayoría de las canciones, sino que se limita a recrear el mismo recurso rítmico sincopado en la gran mayoría de las canciones. Y es una lástima porque el nivel de las canciones no es malo, como se puede apreciar en el inicio con "The Gethsemane Effect" de onda constante con DeFeis que a sus 62 años que aunque le cuesten los agudos de antaño se lo escucha bastante bien como los riffs y melodías de la guitarra inventiva de Pursino pasando por "You’ll Never See The Sun Again" que intercala partes movidas con lentas. La aceleración power de "A Song Of Possession" es una de las afectadas por el tratamiento, entiendo la idea de la deconstrucción que Virgin Steele siempre mostró para con los elementos cliché del metal, pero la horrible batería y el sonido le hizo un muy flaco favor. En la rápida "Spiritual Warfare" al menos esto no se nota tanto, ya que la voz de DeFeis y las guitarras de Pursino y Josh Block están más arriba que las bases. La canción homónima del disco no está mal y no me es difícil imaginármela con un ornamento más acorde a lo que las canciones ameritaban. Para el final llegan "Unio Mystica" una media marcha marcada por el piano y "I Will Fear No Man For I Am A God" de riff de clara cadencia metalera que luego desemboca en partes más épicas y rápidas.
Mencionado ya el tema de la producción (o mejor dicho la desidia en ese campo, algo que también trasladaron a la desganada portada) y lo de las bases programadas no queda mucho por agregar, ya que tampoco tiene sentido quejarme de los 77 minutos de duración, puesto que la banda siempre ha grabado discos de canciones extensas. Virgin Steele desperdicia así una oportunidad de oro para alzarse triunfante con su espada en alto y también para tomar la posta como leyendas del metal americano frente al presente bochornoso y triste que viven sus compatriotas Manowar. Veremos que pasa de acá a unos 5 u 8 años…
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