Escrito por Tony González
01. El cielo es lodo
02. Has matado el rock
03. Patrulla
04. Terrateniente
05. Entre las dos y las veintidós
06. Disidentes
07. Todos somos Dios
08. Almohada
09. La prisión
10. Pueblos del mundo, ¡extinguíos! (Siniestro Total)
David Esquitino me acaba de enviar el nuevo disco de Jorge Salan del cual ya habíamos oído hablar. Bajo el título “El cielo es lodo” el guitarrista y cantante ha grabado diez canciones que vamos a degustar.
Comienzan con la canción título y los versos nos llaman la atención, pero es el solo de guitarra el que realmente apabulla, con una entrada algo neoclásica que pronto irá cambiando usando unos efectos muy peculiares. “El cielo es lodo” es el segundo disco de estudio de Jorge en menos de un año, tras “Tempus” que se editó en noviembre de 2020. De no ser por la pandemia, Jorge Salan estaría girando por todo el mundo con los proyectos a los que pertenece donde destaca el del vocalista Jeff Scott Soto, pero el confinamiento le ha dado un momento para poder escribir sus propias canciones.
“Has matado el rock” tiene una letra que nos deja intranquilos, “destrozas los sueños de la gente…en esa selva del rock and roll” define al género de una manera muy personal. Con una entrada de teclados y guitarras algo setenteros, “Patrulla”, donde musicaliza un texto del escritor Manuel Vicent. El resultado es espectacular y la historia es asombrosa. Una vez terminada, volvemos atrás a escucharla de nuevo para disfrutar de las paradojas de la vida y el cierre al más puro estilo de los años setenta.
“Terrateniente” tiene una cadencia más lenta y una letra igualmente curiosa, pero “Entre las 2 y las 22” continúa creando en nosotros ese asombro, pues se trata de una canción muy cercana al AOR por su estructura y el trabajo coral. Hay momentos en los que Jorge recuerda a Tom Morello, sin olvidar esa secuencia de notas jazzeras (hablando de jazz fusión) en el solo. Una pista muy linda, pero que muy linda.
Es un disco de contrastes y amplitud, y eso lo demuestra el riff cerrado de “Todos Somos Dios” con un estribillo bilingüe y de nuevo un solo muy variado. “Disidentes” viene con otro solo viene cargado de detalles de jazz rock mientras que “Almohada” recurre de nuevo a un texto de Manuel Vicent muy curioso, y me hace pensar que quizás el escritor se merece que aprendamos más sobre su obra. Aquí la carga poética es mayor que en “Patrulla” y Jorge aprovecha para arropar las palabras con una música más pausada donde predomina el piano, conteniendo además una entonación muy sentida por parte del guitarrista.
“La Prisión” regresa a los terrenos del hard rock antes de cerrar con una letra cruda perteneciente a la canción de Siniestro Total, “Pueblos del mundo, ¡extinguíos!”, que alguien en estos momentos diría que es rock progresivo, pero no. Lo que si nos da la oportunidad de prestar atención a una letra que sigue tan actual como en el momento en que se escribió.
“El cielo es lodo” fue producido, mezclado, grabado y masterizado por el propio Jorge Salán en The Utopian Sea Studios (Madrid). Dirk Schlächter (Gamma Ray / Avalanch) se ha encargado de las tareas de mastering en sus estudios Bassman One. Mientras que el artwork y diseño gráfico es obra de Albert “The Chairman” Toledano. He disfrutado mucho este trabajo de Jorge Salan, otro disco cargado de belleza y sentimientos.